El "fichaje"

Lorenzo Brown, de la pocha al primer oro

El base nacionalizado de origen estadounidense ha sido una pieza clave en el entramado de la selección

Lorenzo Brown se dispone a anotar ante la defensa de Poirier
Lorenzo Brown se dispone a anotar ante la defensa de PoirierMichael SohnAgencia AP

Felipe Reyes estaría orgulloso de compartir vestuario con Lorenzo Brown. El base de origen estadounidense que se nacionalizó por carta de naturaleza a primeros del mes de julio ya es uno más en las partidas de pocha. Muy lejos quedan ya las abundantes críticas que despertó su “fichaje”. Brown es uno de los nuestros como se asegura desde la FEB. Lo dice Scariolo: “Su integración a todos los niveles en el grupo es hasta sorprendente, aunque, creo que lo decía Ricky, es muy complicado y hay que ser muy, muy raro, para caer mal en este grupo”. Lorenzo ha caído de pie en la selección. Su conexión con Willy Hernangómez, tanto dentro como fuera de la pista, ha sido uno de los principales argumentos de España en los momentos más complicados.

Brown, con 32 años, llegó para alimentar la confianza de los compañeros y para ser un generador de juego que facilitara puntos sencillos al resto de compañeros. “No es un anotador, es uno de los mejores pasadores de la Euroliga, pero no un anotador”, destacaba Scariolo sobre su papel hace apenas un par de semanas. Pues el repartidor de juego se convirtió en la gran amenaza de España en los dos partidos más exigentes antes de la final, Lituania y Alemania. A los bálticos los ajustició en la prórroga y a los anfitriones los hundió en el último cuarto. En esos dos choques aportó 57 puntos, 5 rebotes y 14 asistencias. Su consistencia le ha llevado a superar los 15 puntos y las 7 asistencias por partido. Además no sólo ha ejercido de base. Cuando compartía quinteto con Alberto Díaz pasaba a ser escolta y a los rivales se les multiplicaban los problemas.

“No me molesta el ruido de fuera, en el vestuario los chicos me quieren y yo les quiero así que todo está bien”, es el mejor resumen de su actitud con el equipo. En un campeonato en el que más de la mitad de las selecciones contaban con un jugador nacionalizado, Brown se ha convertido en la indiscutible figura de todos ellos. Y su trayectoria en la selección es muy probable que no termine aquí. A su sobresaliente rendimiento se suma que los Ibaka o Mirotic no están por la labor de regresar. Además ya ha contratado un profesor de castellano para su nuevo destino la próxima temporada, el Maccabi de Tel Aviv. Es muy posible que el próximo verano en el Mundial multisede y en 2024 en los Juegos, Brown siga progresando en la pocha.