Opinión

Un buen Atlético se dosifica con victorias

Ante el Valencia el Cholo pudo incluso hacer rotaciones pensando en lo que se avecina en las dos próximas semanas

Diego Pablo Simeone se dirige a la grada del Metropolitano
Diego Pablo Simeone se dirige a la grada del MetropolitanoAFP7 vía Europa Press

Buen partido y mejor jornada para el Atlético. Los de Simeone aprovecharon los pinchazos de Athletic Club y del Barcelona en su carrera por los puestos de Champions con un partido muy sólido en el Metropolitano contra el Valencia. Los rojiblancos fueron superiores de principio a fin, tuvieron continuidad en el juego y merecieron los tres puntos que, una vez más, se quedaron en casa.

El Cholo pudo incluso hacer rotaciones pensando en lo cargadas que se avecinan las dos próximas semanas. Con De Paul manejando el ritmo del partido y un gran Samu Lino, que ha conseguido que nadie se acuerde de Carrasco, el Atlético no dio en esta ocasión ningún síntoma de cansancio. Ha logrado convertir en un enigma pendiente de resolver cómo es posible semejante diferencia física entre un partido y otro cuando solo hace tres días que se jugó contra el Sevilla en el mismo escenario. Quedan muchos partidos para demostrar si ha sido algo puntual o si la temporada se le terminará haciendo larga a los rojiblancos, pero sería una mala noticia que se confirmen las malas sensaciones que dejaron Giménez y Morata por problemas físicos. El primero abandonó el campo con una desesperación notable, pero el delantero español metió el miedo en el cuerpo al respetable al terminar el partido cojeando.

El club se ha visto obligado a moverse en el mercado de invierno, más de lo que un equipo que hace los deberes en verano debería, pero los pocos minutos de los jugadores salientes y la falta de un "5" puro que dé descanso a Koke, lo han convertido en necesario. Esperemos que los nuevos aporten más, algo bastante sencillo de lograr, pero la presencia de Morata se antoja fundamental como un "9" insustituible. Estos últimos siete días han servido para recuperar puestos de Liga de campeones y acceder a las semifinales de la Copa del Rey. Ahí es la cesta en la que va va a poner todos los huevos este año el equipo para ganar un título. Es una competición que hace demasiado tiempo no disputa con opciones serias de ganar. Y eso supone que el derbi de la semana que viene esté en un sorprendente segundo plano.