Tenis
El cabreo de Djokovic tras un pelotazo de un rival en el Masters de Roma
Novak Djokovic ha ganado a Cameron Norrie en los octavos de Roma, pero el partido ha sido más tenso de lo previsto
Novak Djokovic ganó en dos sets, por 6-3 y 6-4, en los octavos de final del Masters 1.000 de Roma en un partido más bronco de lo previsto pero que pone al serbio en cuartos. Y sin Carlos Alcaraz de por medio, el serbio es más que favorito para levantar el título en la tierra batida italiana que siempre ha sabido dominar. En el primer envite, Nole quebró rápido a Norrie y se puso 3-0 arriba para encarrilar un set que pudo cerrar con otra rotura, pero desaprovechó dos bolas de set antes de encaminar la manga.
En la segunda, tuvo que exigirse más ante un combativo Norrie que acabó pidiendo asistencia médica. Djokovic cedió un saque pero quebró dos para reponerse.
Esta vez, además, no solo tuvo que sobreponerse a un sector del público al que mandó callar, sino que tuvo que calmarse tras el enfado monumental que tuvo cuando, en el segundo set, cedió una bola fácil y bombeada a su rival en la red y se dio la vuelta dando el punto por perdido. El inglés, con toda la pista para él y su rival rendido, remató con fuerza a la pierna de un Djokovic que se giró desafiante.
“Vi la repetición del momento en que me golpeó. Sí, tal vez podrías decir que no me golpeó deliberadamente. No sé si me vio. Periféricamente siempre puedes ver dónde está el jugador en la pista. La pelota era súper lenta y muy cerca de la red. Me di la vuelta porque el punto había terminado para mí", contaba después Djokovic acerca del incidente "Tal vez no fue tanto por eso, pero fue una combinación de cosas. Desde el principio hizo todas las cosas que estaban permitidas. Pudo tener un tiempo médico, se le permite golpear a un jugador, se le permite decir ‘Vamos’ en la cara más o menos en cada punto desde el primer juego. Esas son las cosas que sabemos los jugadores en los vestuarios que no es juego limpio, no es tanto en cómo nos tratamos unos a otros. Pero, de nuevo, se le permite", continuaba, aún enfadado.
Sobre todo, es que no entendía por qué el rival había actuado así: "Me he llevado muy bien con Cameron todos estos años. Entrenamos entre nosotros y es muy buen tipo fuera de la pista, así que no entiendo este tipo de actitud. Pero es lo que es. Él trajo el fuego y yo respondí. No voy a permitir que alguien se comporte así y yo solo incline la cabeza. Voy a responder a eso. Lo que pasa en la pista, lo dejamos ahí y seguimos adelante”.
Ahora le espera Rune: "Nos llevamos bien, aunque en la pista queremos ganar. Me recuerda a mí un poco en la forma en que juega: tiene buena forma a física, gran defensa, pero también con gran contragolpe. Puede hacerte daño tanto de derecha como de revés. Tiene un servicio muy sólido, restos agresivos y es un jugador versátil en todas las superficies. Particularmente en arcilla cree que se encuentra muy cómodo jugando. Jugó finales de Mónaco y estuvo muy cerca de ganar el título", ha contado sobre su siguiente duelo. "Está en muy buena forma y espero con ansias un desafío. Creo que va a ser un partido muy físico”.
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