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Hípica

Casilda o cuando la diabetes no es un obstáculo

La amazona de nueve años participó en el reciente Campeonato de España de Ponis. El sensor de glucosa es un aliado indispensable en plena competición

Casilda, con su madre
Casilda, con su madreChacco Marketing

Casilda es una amazona de nueve años que ya sabe lo que significa superar barreras dentro y fuera de la pista. Nació en un entorno hípico. Sus padres se conocieron montando y el mundo ecuestre forma parte de su vida cotidiana. Lo que empezó como un juego de fin de semana en la finca familiar se ha convertido en su mayor pasión. Con ocho años empezó a montar de manera más constante y este 2025 con la llegada de su poni, "Malena del Bosque", la afición ha dado un salto decisivo.

Casilda participó en el Campeonato de España de Ponis. "Fue un reto absoluto, una ilusión y un desafío total", apunta su madre Alejandra Cámara. Hasta mayo no tenían montura propia y en unas semanas Casilda y "Malena" pasaron de conocerse a debutar en un Campeonato de España. El primer día, una caída fue el impulso que necesitaba. "Le vino fenomenal, porque espabiló y se agarró mejor", recuerda la madre.

Casilda, con su poni, "Malena del Bosque"
Casilda, con su poni, "Malena del Bosque"Chacco Marketing

Casilda convive desde pequeña con la diabetes. Antes de montar siempre se toma un par de caramelos como precaución y lleva una pequeña riñonera con la bomba de insulina y el móvil conectado al sensor de glucosa. Desde el teléfono, Alejandra puede ver en todo momento sus niveles. "Si baja, debe tomar azúcar; si sube, la bomba administra insulina. Pero durante los entrenamientos o las competiciones hay que estar muy pendiente, porque el ejercicio o los nervios pueden hacer que los niveles bajen rápidamente", explica. En los concursos, esa vigilancia se multiplica. "En un entrenamiento puedes parar si se encuentra mal, pero en una pista de competición no siempre es tan sencillo. Por eso le damos azúcar extra antes de salir", comenta Alejandra Cámara. A veces los nervios pasan factura. "En Salamanca tuvimos que retrasar su turno porque estaba mareada, aunque no dio tiempo a que se recuperara del todo. Aun así, salió a la pista e hizo un recorrido estupendo", cuenta con orgullo esta madre de cinco hijos. Los hermanos de Casilda son sus primeros seguidores.

Casilda vive su pasión con naturalidad. No siente que la diabetes la limite. "Montar a caballo es lo suyo. No lo asocia a la enfermedad. Es su día a día, lo que más le gusta en el mundo", asegura Alejandra. Su vínculo con "Malena" es especial: la poni, tranquila y cariñosa en el prado, se transforma en la pista, respondiendo con precisión a la confianza de su pequeña amazona.

El sensor de glucosa se ha convertido en un aliado indispensable. "Nos da libertad y seguridad. Gracias a él puede montar sin tener que pincharse todo el tiempo. Es tan importante como la insulina", subraya la madre. Con esa tranquilidad, la familia afronta cada concurso como una experiencia compartida. "Nuestra vida gira en torno al caballo. Hay fines de semana en que tenemos que organizarnos entre competiciones hípicas y partidos de fútbol, pero lo vivimos con alegría. Todos nos apoyamos", relata Cámara.

Casilda está aprendiendo el valor del esfuerzo, la constancia y la superación. Sabe que, incluso esforzándose mucho, a veces las cosas no salen, y eso la impulsa a seguir adelante. Sus padres no se fijan en resultados: su objetivo es que disfrute, aprenda y ame este deporte. "Queremos que monte bien y que sea feliz. Ganar no es lo importante", remarca Alejandra. Su mayor referente es su padre, Alfonso Vázquez, jinete profesional que representa la esencia de la hípica: trabajo, humildad y pasión.

La equitación, además, le aporta beneficios físicos y emocionales. Le ayuda a mantener equilibrados sus niveles de glucosa, pero también la conecta con la naturaleza y con un animal que requiere empatía y paciencia. "Montar te enseña a comunicarte con un ser que no habla, que no te dice si está bien o mal. Eso genera respeto y sensibilidad", añade Cámara.

Alejandra tiene una cuenta de Instagram (@alejiscamarilla) donde muestra su día a día con diabetes para ayudar a otras familias.