Ciclismo

El agujero negro de Oier Lazkano

No corre desde abril y su vida era un misterio hasta que

la UCI anunció irregularidades en su pasaporte biológico

Oier Lazkano, en una contrarreloj
Oier Lazkano, en una contrarrelojAFP

El pasado 13 de abril fue el último día que Oier Lazkano se puso el maillot del Red Bull Bora, el equipo que lo fichó para este año con un sueldo de estrella que le permitía abandonar Vitoria e irse a vivir y a tributar en Andorra. Era la París-Roubaix, entró en el puesto 117, el último de los corredores a los que se tomó tiempo. Detrás de él, solo cinco que llegaron fuera de control y una ristra de retirados.

No era lo esperado para un corredor con un contrato millonario, que ya había sido ganador de la Clásica de Jaén y campeón de España. Sus resultados anteriores no habían sido mucho mejores. No acabó el Tour de Flandes y su mejor clasificación había sido el decimonoveno puesto en la contrarreloj de la Vuelta al Algarve.

Después de ese 13 de abril, Oier desapareció. En el equipo se impuso la ley del silencio, nadie sabía nada, mientras por fuera se dejaba entrever que Oier, un tipo introvertido, no se había adaptado bien a Andorra, donde, a pesar de ser un país donde no caben más ciclistas, se sentía solo. Oier parecía devorado por un agujero negro. Un misterio en bicicleta.

El equipo había prohibido a sus técnicos y auxiliares tener contacto con Oier, y el jueves la UCI descubrió lo que se escondía detrás de este misterio con un breve comunicado. «La Unión Ciclista Internacional (UCI) anuncia que el ciclista español Oier Lazkano López ha sido suspendido provisionalmente de acuerdo con las reglas antidopaje de la UCI, debido a anomalías inexplicables en su Pasaporte Biológico del Atleta en 2022, 2023 y 2024», decía la nota.

Para entonces ya había desaparecido de la web del RedBull Bora. El equipo comunicaba poco después su baja: «Confirmamos que Oier Lazkano ya no forma parte de nuestro equipo. Esto se debe a la decisión de la UCI de suspenderlo provisionalmente. La medida afecta a las temporadas 2022-2024, periodo anterior a su incorporación a nuestro equipo».

Oier corría en Movistar durante los años en los que la UCI ha detectado valores anómalos en su pasaporte biológico. El mismo jueves, el equipo español recibía una comunicación de la UCI. «La Unión Ciclista Internacional le informa de que el ciclista español, el Sr. Oier Lazkano López, ha cometido una violación de las reglas antidopaje (ADRV) por el uso de una sustancia prohibida y/o método prohibido. La afirmación se basa en la opinión unánime emitida por un panel de tres expertos científicos independientes el 23 de octubre de 2025, según la cual el perfil hematológico compuesto por muestras proporcionadas por el corredor entre el 7 de enero de 2020 y el 30 de diciembre de 2024 establece que es muy probable que se haya utilizado una sustancia prohibida o un método prohibido, y que es poco probable que el pasaporte sea el resultado de cualquier otra causa», decía la Federación internacional al Movistar Team.

Abarca Sports, la empresa propietaria del equipo patrocinado por Movistar, publicó otra nota en la mañana del viernes, en la que aseguraba que no tuvo conocimiento de la situación de Lazkano hasta el jueves 30 de octubre. Y añadía: «Durante las tres temporadas de relación contractual con el Sr. Lazkano (de las cinco a las que refiere el estudio de la UCI) todos los controles a los que fue sometido por los diferentes organismos nacionales e internacionales, así como internos del propio equipo, arrojaron un resultado negativo. En virtud de ello, era materialmente imposible conocer, o tan siquiera intuir, alguna anomalía como la ahora presentada en el procedimiento abierto por la Unión Ciclista Internacional». El misterio ya no lo es tanto.