La Inteligencia Artificial ayuda a Luis León Sánchez en el desierto

«¿Para Mula es por aquí?». Luis León Sánchez no pierde el sentido del humor, pero tampoco las ganas de correr después de lo sucedido en la etapa del sábado, cuando la rotura de la cadena lo dejó casi fuera de la pelea por el triunfo final en la Titan Desert. Una desgracia analógica de la que se resarce, en parte, gracias a la ayuda de la inteligencia artificial.

El murciano ha ganado la cuarta y la quinta etapa de la carrera y entre las ayudas técnicas que ha traído al desierto para defender su triunfo del año pasado está la inteligencia artificial que controla la suspensión de su bicicleta. Una tecnología que usó en la Titan Arabia que ganó el pasado mes de noviembre.

«Esta misma bicicleta que llevo ahora, con diferentes ruedas y también lo he estado usando en Lanzarote, en la Four Stage, y muy bien. Tampoco yo soy el idóneo de hablar de bicicletas de montaña ni nada de eso, pero estoy muy a gusto», asegura Luisle.

«Tiene un sensor que va leyendo el terreno y da más asistencia, suspensión, o menos en función de si va de abajo hacia arriba o al revés. Eso lo hace para que tengas más aceleración o pierdas menos a la hora de acelerar», explica Robert Figuerola, el mecánico del equipo Kosner, uno de los patrocinadores de Luisle, al que también acompañan la aseguradora Gesa y Región de Murcia. "La gente cada vez quiere menos cableado, menos historias para tocar. Es simplificar. Es como los cambios de hoy en día, que tienes el pulsador en el manillar y tienes el cambio ahí atrás. Entonces tú ya te olvidas de mantenimientos de cable, de fundas", añade Figuerola.

La bicicleta lleva una especie de centralita que maneja toda la información y que a Andrey Amador estuvo a punto de darle un disgusto ante de comenzar la segunda etapa. La suspensión de la bicicleta del costarricense también va asistida por Inteligencia Artificial. Se le quedó bloqueada, lo que hacía muy difícil la reparación en medio del desierto, aunque al final encontraron el remedio.

La inteligencia artificial elimina el cableado, que sufre en el desierto por la arena y por la humedad. Y Luisle cree que ha llegado para quedarse. «El cambio electrónico en bicicleta de carretera al principio también daba sus fallos, pero al final se impondrá», asume.

Esta tecnología procede del cross country, la disciplina olímpica del mountain bike en la que todo está mucho más reglado, con carreras de una hora en un circuito. Pero funciona también en carreras como la Titan Desert. Aunque Luisle no llegó a pedirlo. «Me debo a una marca como Giant, ellos quieren que lleve su bicicleta y yo estoy encantado de hacerlo, encantado de probar sus materiales, encantado de hacerlo de la mejor manera posible y a disfrutar», dice.

Pero hay algo que no cambia con la tecnología. «La inteligencia artificial te ayudará, pero el motor de las piernas, eso no... Tienes que dar pedales igual», dice Luisle.