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Así es la curva más peligrosa del Mundial

El circuito de Spa-Francorchamps, donde se celebra el Gran Premio de Bélgica, cuenta con 48 víctimas desde su estreno

Así acabó el McLaren de Lando Norris en el circuito de Spa-Francorchamps
Así acabó el McLaren de Lando Norris en el circuito de Spa-FrancorchampsFrancisco SecoAP

El Gran Premio de Bélgica se disputa en el circuito de Spa-Francorchamps y es una de las citas más esperadas por los aficionados. Es la pista más compleja de todas las que forman el calendario del Mundial por su longitud, sus curvas de todo tipo y las condiciones cambiantes que ofrece, ya que al estar incrustado en un bosque (en pleno corazón de las Ardenas) los pilotos pueden encontrarse con la mitad del circuito mojado y la otra mitad seco. Un drama para pilotos e ingenieros. Además, la posibilidad de lluvia siempre está ahí y es el lugar en el que los radares de Meteo France (la empresa oficial que ofrece la previsión a los equipos) fallan en más ocasiones por las características tan especiales que tiene. De hecho, algunos equipos desplazan a miembros del personal a los alrededores de la pista para obtener más información sobre este asunto y así tener unos minutos más de margen de maniobra, sobre todo en carrera.

Pero el punto más controvertido y emocionante es la zona de Eau Rouge, la curva más espeluznante del Mundial en la que Ayrton Senna decía que hablaba con Dios cuando pasaba por allí. Claro que también era de los pocos que lo hacían con el pedal del acelerador a fondo. Se trata de una curva hacia arriba y a derechas que viene precedida de una recta en pendiente en la que se alcanza mucha velocidad. Un F-1 pasa por allí a más de 250 kilómetros por hora y cualquier duda acaba con un fuerte accidente. En esta curva o en la siguiente, Raidillon.

En este escenario se han vivido momentos trágicos como la muerte de Stefan Bellof (Mundial de Sport Prototipos en 1985) o más recientemente el fallecimiento de Anthoine Hubert en 2019 durante una carrera de F2. El paso por este lugar es siempre rapidísimo y a esto se une que las protecciones de neumáticos provocan un efecto rebote que devuelve a los pilotos a la pista, lo cual provoca choques con los participantes que vienen a continuación. Fue en una circunstancia así la causa que motivó la muerte de Hubert cuando Juan Manuel Correa colisionó con él de forma violenta. En este circuito han muerto 48 pilotos. El debate sobre las protecciones en este lugar está abierto (no usan las modernas Tec Pro que absorben mejor la fuerza y no desplazan el coche tanto) y ayer se encendió más todavía tras el fuerte accidente sufrido por Lando Norris, que chocó y salió disparado hacia el otro lado de la pista. Por suerte, ningún piloto venía por detrás y salió ileso el inglés de McLaren. Ni siquiera la lluvia, que siempre aminora la velocidad de los coches, pudo reducir la fuerza del impacto.

El pasado viernes, un accidente en esta zona en las W-Series, una categoría inferior que este fin de semana también disputa su carrera en Spa, rozó la tragedia con cuatro competidoras implicadas. Todas están bien.

Verstappen, «pole» en Bélgica

La lluvia derivó en una de las clasificaciones más complicadas de los últimos años. Hubo accidentes, salidas de pista y varias interrupciones. Verstappen consiguió el mejor tiempo por delante de un impresionante Russell con el Williams, uno de los peores coches de la parrilla. Eso sí, el inglés pertenece a la cantera de Mercedes y sustituirá a Bottas en 2022. Hamilton fue tercero y tendrá que luchar para mantener el liderato. Sainz y Alonso no estuvieron afortunados. El madrileño fue décimo segundo y el asturiano, décimo cuarto. La carrera puede ser caótica y puede pasar de todo.