Fútbol
Nuria Bermúdez y Wanda Nara, agentes de futbolistas y amores escandalosos
La mujer del futbolista Icardi le lleva también sus negocios. Tuvo un sonado romance con Maxi López. Nuria Bermúdez, que fue pareja de Antonio David, representó a Dani Güiza cuando fueron pareja
El culebrón entre Wanda Nara e Icardi ha llegado a su final o más bien a un punto y seguido porque la pareja ha decidido seguir junta después de muchos días de disputa pública y de rumores en todos los medias. Ella escribió un mensaje en las redes asegurando que volvían y que ambos habían aprendido de lo que había pasado. Salían más fuertes.
Una ruptura de un matrimonio, encima cuando hay niños por medio, siempre suele ser problemática. Pero en este caso, lo era aún más porque Wanda Nara es la representante de Icardi, la que le ha conseguido el contrato con el PSG. “Soy modelo desde los cuatro años y siempre he manejado personalmente mis contratos”, decía cuando hablaba de sus capacidades. “Esintensa en la negociación, es de esas personas que te cuelgan el teléfono diciéndote ‘cuando llegues al número que te estoy diciendo me llamás y si no no me llames”, aseguraba la hermana de Icardi acerca de la habilidad negociadora de Wanda. “No voy a decir nombres, pero jugadores muy conocidos, muy importantes. De otros clubes... Le han pedido permiso a Mauro. Si bien le llegan las propuestas, el trabajo de representante ocupa mucho tiempo... No es solo la firma del contrato”, explicaba bastante antes de que ocurriese todo este lío entre ambos. Antes, Wanda Nara ya había protagonizado una sonora ruptura con el futbolista Maxi López.
Nuria Bermúdez, contra el machismo
No es la primera mujer que es representante de su pareja y es la que pelea por sus contratos. 29 puntos consiguió Nuria Bermúdez en el examen para ser agente FIFA. El mínimo era 26, así que se convirtió en la representante más famosa del mundo del fútbol cuando fue la pareja de Dani Güiza. Pasó de los platós tras su romance con Antonio David, al mundo del fúbol.Su relación con Güiza, que en alguna entrevista ha negado que fuera su representante, acabó por los aires y en los platos. Y también dejó el fútbol: “Al final, te implica unos gastos, unos desplazamientos, unas inversiones... Evidentemente también tienes unas ganancias, pero no estás pendiente de ello. Antes de ganar tienes que invertir”, explicaba en Espejo Público. Aseguraba que había machismo: Te encuentras que en un evento de fútbol todos los agentes se van dando palmaditas en la espalda porque alguien en concreto ha llevado a fulanito al Manchester... Yo hice el futuro más caro del fútbol turco y a mí nadie me ha dado ninguna palmadita. O han hecho premios de mujeres y nadie me ha llamado para decirme que hay uno para mí porque haya sido pionera”.
Gabi Schuster: una leona
Una de las pioneras fue la ahora ex mujer de Schuster, que en su momento, cuando el alemán era un centrocampista muy cotizado, negociaba sus contratos: “Yo me convierto en una leona cuando se comete una injusticia con mi marido», explicó ella en una columna en un periódico alemán. “Yo aconsejo a Bernd, pero él toma las decisiones. Yo sólo acudo a la opinión pública cuando a él, por su bondad y despreocupación, intentan destrozarle”. Después, Schuster ha reconocido que le faltó una opinión más profesional: “Ella negoció con el Barça en Colonia porque no existían los representantes. Me faltaba un guía que me dijera: ‘Bernardo macho que tienes que jugar ahí’. Pero como estaba a mi aire con la cabeza cuadrada lo dejé. Me arrepiento. Me engañé”.
Bianca Illgner, negociar mientras da de comer al niño
Bianca Illgner negoció la llegada de su marido al Real Madrid: “Con la mano derecha daba de comer a Jerome (su hijo) y con la izquierda llamaba por teléfono al Real Madrid’”, aseguró después. Cuando el portero llegó a casa, le dijo: “Bodo, vas a cumplir tu sueño”. También contaba las penurias del Madrid de aquella época: “No nos hizo la transferencia de los dos primeros salarios de mi marido. Me fui a hablar con el club y les dije: ‘De aquí no me muevo hasta que me deis el dinero pendiente. Un poco más tarde, Bodo estaba delante de la caja fuerte del club y los responsables le metieron dos dos sueldos completos, aún en pesetas, en bolsas de plástico. Me enteré de que en aquella época, ningún jugador había cobrado y que el club atravesaba por problemas económicos”.
Después del fútbol, juntos escribieron una novela con elementos autobiográficos. “Yna visión auténtica de un mundo dominado con frecuencia por el dinero, el sexo, el poder y las vanidades!. Se titulaba “Todos” y contaban, entre otras cosas: visitas a un burdel y la aventura erótica de su esposa con un ex compañero de equipo.
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