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Gavi se pega con quien sea

El chico de 17 años volvió a ser titular sin complejos. Se marchó del partido contra Grecia con un golpe en el pómulo. No entregó ni un pase mal en todo el encuentro

Gavi tuvo que ser atendido tras recibir un golpe en el pómulo en el partido contra Grecia
Gavi tuvo que ser atendido tras recibir un golpe en el pómulo en el partido contra GreciaThanassis StavrakisAP

Si algo tiene Luis Enrique es que es fiel a sus ideas y a sus pensamientos. La sorprendente apuesta por Gavi para la fase final de la Liga de las Naciones estaba claro que iba a tener continuidad. Hay dos maneras de ganarse estar en la selección nacional: por los méritos hechos en tu equipo y, una vez llamado, por el rendimiento con la Roja. Y Gavi, 17 años, sí, 17, aprovechó los partidos anteriores para brillar tanto contra Italia como contra Francia, ni más ni menos que la campeona del Europa y la del mundo, respectivamente.

En el Barcelona las últimas jornadas ha tenido más peso otro chaval, Nico, pero Luis Enrique ha seguido contando con Gavi. Y no sólo eso, sino que además, en un partido como el de Grecia, importantísimo, lo puso como titular por tercera vez consecutiva. Impresiona en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas cómo un adolescente se mueve en el césped como un veterano. Y el duelo de Atenas no fue una excepción.

Gavi no se escondió en el Estadio Olímpico. Pidió el balón y lo distribuyó como en el patio de su casa. Terminó el encuentro con 43 pases intentado y, ojo, 43 acertados. Ni uno en la dirección equivocada ni al vacío o al rival. Era un choque para asegurar la pelota, porque las pérdidas podían ser castigadas con un contragolpe, pero también intentó el canterano azulgrana algún pase filtrado que encontró destino en Morata.

A Gavi en sus primeras apariciones en la élite le podían en parte las ganas. Iba a tarjeta amarilla por encuentro. Ante Grecia volvió a cometer más faltas (dos) de las que recibió (una) pero en un encontronazo con Bouchalakis salió mal parado. Recibió un golpe en el pómulo e incluso paró un momento el partido para ser atendido medio mareado. Se sentó y entraron los médicos para inspeccionar la zona dañada. Gavi continuó en el césped y quiso seguir jugando, pero Luis Enrique le decía desde la banda que tranquilo, que no merecía la pena arriesgar, que se contuviera. “Es una bestia parda. Quería continuar. Pero es un golpe sólo, que nadie se preocupe, no es nada grave”, desvelaba después el seleccionador. Busquets acabó entrando en su lugar. Se fue Gavi con una herida de guerra, como tantas otras veces, porque en la pretemporada con el Barça ya le rompieron la mandíbula.

Después de retirarse, los médicos continuaron mirando el ojo del centrocampista. El próximo domingo hay otra batalla y Luis Enrique quiere contar con su guerrero más joven. A Xavi, su nuevo entrenador en el Barcelona, también le impresiona lo que es capaz de hacer a su edad.