Entrevista

Raúl de Tomás: “He cambiado la alimentación para no sentirme tan pesado”

El delantero de la selección ha aprendido a no mirar atrás y a disfrutar del momento. El mejor de su carrera

Raúl de Tomas, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas
Raúl de Tomas, en la Ciudad del Fútbol de Las RozasGonzalo Pérez MataLa Razón

Raúl de Tomás (Madrid, 1994) ha sido el segundo máximo goleador de la Liga, sólo superado por Benzema, igualado con Vinicius y con Iago Aspas. Ha alcanzado la madurez, se muestra más sereno que en sus comienzos y también parece menos contundente físicamente.

Da la sensación de que está más fino que otras veces.

Sí, estoy tal vez un poco más delgado, más fino. La alimentación la he tenido que cambiar un poco por la lesión del hombro. He cambiado hábitos para no sentirme tan pesado a la hora de hacer movimientos y para que el hombro pueda estar más «ágil», con más movilidad. Espero y deseo que en esta convocatoria no haya ninguna lesión y sobre todo que me encuentre bien en el campo.

¿Se nota así más ligero sobre el campo?

Sí, lo noto a la hora de hacer movimientos. Aquí, por ejemplo, hay que hacer más esfuerzos. Tienes que estar más ágil. Por eso he cambiado mi forma de alimentarme.

Nunca ha dejado de buscar una preparación extra: preparador, psicólogo...

Sí. Creo que el equipo que me rodea fuera es muy bueno y me ha hecho crecer muchísimo, tanto el psicólogo como la meditación, entrenamientos aparte de los del club, mi fisio personal. Creo que es lo que me ha empujado a darme cuenta de que si trabajas en todos los aspectos bien puedes conseguir lo que quieras.

¿Tiene nutricionista también?

No. Mi nutricionista es Pablo, que es mi entrenador personal, el que me cocina, tiene todo medido, porque lo llevamos todo medido, pero no tengo un nutricionista aparte porque él tiene la carrera también y se ocupa él.

Su carácter parece mucho más calmado que en los comienzos.

Sí, sí. Total. Creo que va en la madurez del jugador, en la cabeza, en cómo tienes que gestionar las cosas. Cuando vas creciendo vas madurando y eso es también el carácter, que no tiene que ser excesivo ni muy bajo, hay que mantener un equilibrio y creo que eso también lo he mejorado.

¿Y qué le pasó con Vicente Moreno en el Bernabéu?

Fue ocasional. Las personas con las que mejor te llevas o más afinidad tienes es con las personas que más chocas. Es mi amigo. Aparte de ser mi entrenador es mi amigo y lo que pasó en su día no tiene nada que ver con todo lo que pasó después y tampoco tenemos un problema entre nosotros. Creo que la despedida fue muy emotiva y siempre nos vamos a desear mutuamente lo mejor para el futuro.

¿Qué impresión le causó Luis Enrique la primera vez?

Muy buena. Creo que es totalmente diferente a lo que mucha gente puede pensar, pero no a todo el mundo le podemos demostrar cómo somos. Me parece un entrenador espectacular a nivel deportivo y como persona me parece todavía mejor.

¿Cómo se siente en la selección?

Contento como la primera vez. Cada vez que me pongo el chándal o me pongo la camiseta es especial. Tengo la misma ilusión que el primer día, pero con esa espina clavada de la última convocatoria, que me lesioné e intentar que en esta convocatoria no haya ninguna lesión y poder volver a competir.

¿Le dolió mucho perderse el partido en Cornellá con la selección?

Sí. Creo que era una oportunidad para mí más allá de todo lo que rodeaba el escenario. Aunque era especial por jugarse en el campo del Espanyol me hubiera dado igual jugar en cualquier otro campo con esta camiseta. Pero por todo lo que generaba me quedé un poco dolido, me quedé fastidiado un par de días en mi casa, pero así es el fútbol. Así es el deporte y hay que aceptarlo de la mejor manera. Sobre todo, lo importante es saber ahora mismo cómo estoy y cómo estaba hace un par de meses y darte cuenta de que si no dejas de trabajar tienes la oportunidad otra vez.

Fue un golpe pequeño comparado con otros que ha sufrido en su carrera. ¿Cómo se prepara para eso?

Creo que no hay una forma de prepararse ante los golpes. Es recibirlos e intentar afrontarlos como uno puede cuando llegan. Creo que nadie se entrena para recibir golpes, es algo que va mecanizado en nuestras cabezas, en nuestra madurez, en nuestra experiencia y siempre digo que cuando vienen mal dadas es bueno porque te va a hacer aprender para, cuando se repitan en el futuro, estar más preparados.

¿Qué sintió viendo la final de la Champions con el Real Madrid campeón?

La final de la Champions, como cualquier aficionado. Si te gusta el fútbol te gusta ver un bonito espectáculo. Creo que fue un bonito partido y felicito al Real Madrid porque creo que fue un justo vencedor no sólo por la final sino por toda la previa de antes.

¿Pensó que podía haber estado ahí?

No, yo no miro atrás. Lo único que miro es dónde estoy ahora. Creo que mirar atrás no favorece, que lo importante es mirar el día a día y sobre todo mirar al futuro, pero tampoco a largo plazo sino a corto. Y no tengo por qué mirar atrás.

¿Es muy distinta la vida fuera del Real Madrid?

Tal vez al principio sí. Cuando era más joven. Pero ya me he adaptado. He vivido muy bien en el Real Madrid y también he vivido muy bien fuera. Cuando eres más joven tardas más en entender el cambio tan fuerte, porque hay muchas diferencias. Pero cuando vas creciendo, vas madurando, te tienes que adaptar y yo me he adaptado bien, me ha hecho aprender y ser la persona que soy ahora.

En el Madrid, o en su cantera, ¿se vive en una burbuja fuera de la realidad?

Sí. Lo que te ofrece el Madrid es muy grande si lo comparas con otros clubes más humildes. Pero está la mentalidad de cada uno, la madurez, saber de dónde vienes. Yo he estado en la cantera del Madrid toda mi vida, pero en mi vida personal he tenido que pasar por muchas cosas. Yo, por lo menos, cuando he tenido que salir del Madrid me he adaptado bien. Hay jugadores que a lo mejor ese cambio no lo acaban de aceptar.

Y eso le ha servido para estar donde está.

Sí. Si soy quien soy es porque he tomado mis decisiones, he pasado por momentos malos y ahora cuando tengo momentos buenos los disfruto mejor, los valoro mejor y eso es lo que me ha hecho poder conseguir las cosas.

¿Los peores momentos los vivió en Lisboa, en el Benfica?

Sí. Estuve realmente mal. Es verdad que no me adapté. Me adapté durante las primeras semanas y en el primer partido estuve bien, ganamos un título incluso, pero a partir de ahí todo empezó a cambiar. El entrenador me ponía en una posición en la que yo no jugaba... Fue un cúmulo de cosas que no supe gestionar y al final tomé la decisión de salir, vino el Espanyol a por mí y no podía desperdiciar esa oportunidad porque no estaba bien allí.

¿Llegó a pensar en algún momento que nunca iba a llegar hasta aquí; a la selección, a ser uno de los máximos goleadores de Primera División...?

Cuando tienes rachas malas siempre piensas en cosas negativas. No creo que haya nadie que en momentos malos no piense en cosas negativas. Te haces muchas preguntas, pero luego está la fuerza de cada uno. Y por dentro, en el fondo muy fondo sabía que si no me dejaba llevar por los pensamientos negativos iba a conseguir estas cosas. Y creo que aunque hubiera un poquito, muy poquito, de positividad, la saqué y por eso disfruto de estas cosas.

¿Sabe ya dónde va a jugar la próxima temporada?

Si lo supiera no sé si te lo diría. Pueden pasar muchas cosas.