Opinión

La cara y la cruz del Atlético

Joao Félix es un fino estilista, pero eso no es suficiente para el Cholo

Joao Félix, en el Metropolitano
Joao Félix, en el MetropolitanoAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

El Atlético ganó al Girona en el Metropolitano con la racanería habitual. En un partido que en el minuto 48 tenía todas las papeletas para convertirse en un victoria plácida, terminó sufriendo y con Oblak salvando un empate que el equipo visitante mereció. Es agotador sí, pero es lo que hay. La parroquia rojiblanca tampoco lo entendió y, para asombro del Cholo Simeone, el descontento final era generalizado.

Cada partido que no se puede defender desde el resultado es muy difícil de justificar, pero en algunas ocasiones ni siquiera el resultado es suficiente para hacerlo. Con una ausencia de juego tan evidente, hablar de fútbol no da para mucho, pero sí hay varios casos individuales que cabe destacar.

La titularidad de Griezmann se explica, a falta de confirmación oficial, por el acuerdo alcanzado entre Barcelona y Atlético para el traspaso del jugador francés, poniendo fin así a la limitación de minutos a la que muchos se han agarrado para justificar el paupérrimo juego de los rojiblancos. El club ha apretado a un Barça en dificultades y ha salido ganando principalmente gracias a las ganas de Antoine de hacerse fuerte en el equipo. Se enmienda así el error que se cometió en su día, al decidir dejar de ser una estrella marchándose cuando no debía.

Caso opuesto es la actual situación de Joao Félix, donde la relación entre el jugador y el entrenador parece enquistada. Simeone no consigue que el chico se convierta en uno más de sus soldados y la actitud del futbolista portugués no ayuda. El técnico argentino le mando un recado público después del partido en forma de bofetón en el mentón, pero esta por ver que tenga algún efecto. Joao Félix se comporta como un niño malcriado cada vez que no juega. Parece cada vez más evidente que si el Cholo sigue al frente del equipo, su continuidad en la plantilla va tocando a su fin. El chico es un fino estilista, pero eso no es suficiente en un Atlético donde la prioridad es correr, trabajar, defender y luego ya, si eso, dar cuatro pases seguidos.