Campeones

El Barcelona se marca un desafío después de ganar la Liga pendiente del "caso Negreira"

Tras ganar LaLiga el Barcelona se marca como reto volver a ser competitivo en la Champions, aunque está pendiente de la posible sanción de la UEFA. Laporta sigue dejando la puerta abierta a Leo

El Barcelona continuó la celebración por el título de Liga por las calles de la ciudad, en la clásica rúa en la que estuvieron tanto el equipo masculino de fútbol como el femenino, que volvió a ganar el campeonato y está pendiente ahora de la final de la Champions el próximo 3 de junio contra el Wolfsburgo. Precisamente a eso es a lo que aspiran en el medio plazo los chicos, que ven esta Liga como un punto de paso, no como una meta. "Esperemos que sea el comienzo de otro ciclo glorioso", dijo el presidente, Joan Laporta. "No es el final de un ciclo", comentó Xavi cuando le preguntaron por el adiós de Busquets. "Es el comienzo de uno nuevo", contestó, pensando en la juventud que tiene a sus órdenes: Pedri, Gavi, Araujo, Balde, Koundé, De Jong incluso...

"Hay que mejorar de cara al año que viene y hay que seguir creciendo. Estamos todavía en construcción, pero construyendo, ganando una Liga y una Supercopa de España este año, son dos títulos al acabar la temporada. Creo que es una muy buena temporada", aseguró ya como campeón el entrenador. Los dos títulos llegan en una temporada complicada por muchas circunstancias. Las deportivas fueron principalmente tener que lidiar con la eliminación en la fase de grupos de la Champions, un duro golpe a comienzo de curso del que el colectivo logró reponerse. Lo extradeportivo es la explosión del "caso Negreira", del que los jugadores han sabido estar al margen, aunque todavía puede haber consecuencias que les afecten a ellos mismos.

Pendientes de la sanción

Porque el Barcelona tiene una certeza y varias incertidumbres. Lo que sabe es que se ha llevado el campeonato de la regularidad con todo merecimiento, con mucha ventaja sobre sus perseguidores y con unos números, especialmente defensivos (13 goles encajados), que no dejan lugar a las dudas de quién ha sido el mejor. Lo que inquieta de verdad en el Camp Nou es la reacción que tenga la UEFA por el "caso Negreira". Hay una amenaza de sanción que no se resolverá hasta junio y que puede suponer una piedra enorme en el camino. Porque si el objetivo que se han marcado es ser competitivos en Europa y no hay Europa... Y, además, sin Champions, los refuerzos que puedan hacer serán de menor entidad, tanto por una cuestión económica al no disputar la competición y no tener unos ingresos suculentos; como por una de prestigio, porque grandes futbolistas no querrían ir a un club que no está en la Champions y sobre el que planea la sombra de la duda.

La vuelta de Messi

Será un verano, en cualquier caso, de mucho movimiento en las oficinas del Camp Nou, llegue quien llegue como nuevo director deportivo. El Barcelona llevaba cuatro años y tres temporadas sin conquistar la Liga. Es la primera que logra en la época pos-Messi, pero no ha pasado página. Uno de los nombres que se gritó en la celebración en Canaletas fue el del argentino. "He hablado con Leo para, de alguna forma, reconducir la situación que se produjo cuando tuve que poner a la institución por delante de todo, incluso de él, el mejor jugador del mundo. Nos hemos enviado mensajes últimamente. La verdad es que la conversación fue cariñosa y agradable. Le felicité por el Mundial. Nos conocemos desde hace muchos años, hay relación", dijo el presidente en TV3, y en Jijantes admitió que harían "lo posible para traerlo de vuelta".

El efecto anímico sería importante, y seguramente también el económico a nivel publicitario, aunque es complicado pensar ahora mismo que el club pueda hacer hueco en su «Fair Play» financiero al eterno «10». En lo deportivo, Leo regresaría a la que es su casa, pero sin muchos de sus amigos ya en la plantilla (a ver qué pasa con Jordi Alba y Sergi Roberto), aunque sí ha compartido vestuario con algunos de los nuevos referentes como Pedri y Araujo. Por otro lado, Xavi tendría que hacerle un hueco y contar con que su aportación en las tareas defensivas, parte fundamental del esquema, especialmente en la presión tras pérdida, va a ser menor que la de otros futbolistas. El preparador ha dicho que sí le gustaría tener a sus órdenes al que fue su compañero.

El Barcelona se va a mover ahora en la disyuntiva de qué movimientos hacer, de que si vende a algún jugador con el que Xavi cuenta para sacar dinero (Raphinha, por ejemplo), tiene que ser para tratar de contratar a alguien que suba el nivel y que permita, precisamente, dar ese salto de calidad en las competiciones europeas, donde el equipo azulgrana ya tiene un trauma después de acumular una derrota tras otra, cada cual más llamativa, en las últimas temporadas.