Copa del Rey

F. C. Barcelona

Messi resuelve el puzle

Una jugada del «10» completada por Luis Suárez da la mínima ventaja al Barcelona en la ida de semifinales de Copa. El Valencia se defendió con mucho orden y cerró casi todos los caminos.

Luis Suárez lucha por un balón contra Francis Coquelin del Valencia
Luis Suárez lucha por un balón contra Francis Coquelin del Valencialarazon

Una jugada del «10» completada por Luis Suárez da la mínima ventaja al Barcelona en la ida de semifinales de Copa. El Valencia se defendió con mucho orden y cerró casi todos los caminos.

Se encerró el Valencia y escondió la llave. Como en esas cajas secretas con mil puzles o las «Scape Rooms», tan de moda ahora. Marcelino propuso al Barcelona el desafío de llegar a su portería superando prácticamente a sus once hombres, y cortó todos los caminos menos uno. Messi halló la solución en la segunda parte, encontró la llave y no se puso nervioso para poner a Luis Suárez una pelota picadita y que su amigo abriera el cofre del tesoro. Una sola vez, 1-0. Si es mucho o poco se sabrá justo dentro de una semana en Mestalla. Allí se decidirá quién disputa la final de Copa.

Se pegó una paliza a correr el conjunto visitante, sobre todo en la primera parte. Desde los delanteros a los defensas, hicieron ayudas y cerraron espacios, sobre todo los pasillos interiores para ensuciar el partido por el centro, lo que dejaba las bandas más descubiertas. Pero también despejaban todos los centros desde los costados. Fue un primer acto casi perfecto sin la pelota, pero más deficiente con ella, pues no se acercaron a la portería de Cillessen hasta el final, en un remate de Montoya desde fuera del área. Parejo era uno más en el entramado defensivo.

Sí probó el Barcelona la meta de Domènech, pero casi nunca con peligro. Las jugadas morían en el borde del área, los espacios eran mínimos y por mucho que estuviera perfecto en la presión después de pérdida, sobre todo con Rakitic y Busquets, que recuperaban un balón tras otro, el pase definitivo se resistía. Messi tenía muchas piernas alrededor cada vez que recibía la pelota y la pujanza por el lado izquierdo de Iniesta y Jordi Alba no encontraba rematador. Llegadas tuvieron, ocasiones no tantas. La más clara, un casi remate a puerta vacía de Luis Suárez tras un centro de Iniesta que Domènech despejó lo justo para que el delantero uruguayo se pasara de frenada.

No apostó Valverde por ninguno de sus brasileños hasta la segunda parte. Entró rápido Countinho por Aleix Vidal, más voluntarioso que acertado. Y lo hizo poco después Paulinho. El encuentro en esos momentos había cambiado. El Valencia era otro, más tirado arriba en una primera opción, para replegarse cuando le superaban la presión. Parejo por fin controlaba el balón y podía mirar a un compañero y centrar. Incluso chutar, aunque Cillessen respondió bien a su tiro. El equipo del Turia llegaba con bajas, y a la desgracia se unió la lesión de Pereira por una dura entrada de Sergi Roberto que rozó la roja.

Quince minutos duró el ida y vuelta. El Barcelona fue metiendo de nuevo a su oponente atrás. Primero un poco, después completamente, y la clave fue el orden en la recuperación. Iban arriba los medios y si fallaba la primera oleada, los centrales estaban atentos, muy adelantados, para que no recibiera ningún futbolista che. Las acciones por anticipación de Umtiti fueron merecedoras de la ovación del estadio. El Valencia, la mayoría de las veces, tenía que despejar la pelota como mal menor. Mejor eso que perderla cerca de su área. El problema para los azulgranas volvían a ser los espacios. Muchas veces los 22 hombres estaban en un trozo muy pequeño de césped, y por ahí es difícil maniobrar hasta para jugadores con tanto talento como Coutinho o Messi. El argentino, si se metía muy arriba, se encarcelaba; y si se retrasaba, lo que hizo constantemente, tenía una línea de dos y dos de cuatro por delante impidiéndole que filtrara el pase. Pese a todo, y pese a que sus tiros desde fuera chocaban con un rival o en las faltas tampoco tuvo el día fino, Leo fue el mejor y el gran responsable de la ventaja que tiene su equipo para la vuelta.

El Valencia mantuvo el orden, no cambió el plan y al final incluso llevó el susto al estadio azulgrana en un contraataque que Mina no supo resolver ante la media salida de Cillessen.