Lewandowski, el monstruo goleador que amenaza a España

Ahora mismo en el diccionario del fútbol, si se busca la definición de delantero centro, la foto que acompaña esa página debería ser una de Robert Lewandowski. Es el paradigma del goleador por excelencia y sólo nombrarlo provoca un escalofrío en sus próximos rivales. Acaba de ganar la Bota de Oro con 48 goles en 40 partidos, unas cifras que sólo están al alcance de Cristiano y Leo Messi. De hecho, quizá el de Varsovia sea el más perjudicado por la decisión de France Football de cancelar el Balón de Oro en 2020 por la pandemia de coronavirus. Si hubiera habido premio, Lewandowski tenía muchas papeletas para levantarlo tras haber ganado el Bayern Múnich todos los títulos posibles gracias a sus goles.

Con la camiseta de los bávaros puesta este delantero es un monstruo, una bestia que se alimenta de goles y nunca está saciado del todo. Encaja perfectamente en el juego del equipo y además de acabar las jugadas también crea muchas opciones para sus compañeros. Vamos, que no es ningún torpe fuera del área, como se puede pensar a veces de estos futbolistas. Es el martillo del gran Bayern, que con Hansi Flick este curso pasado ha conseguido el sextete.Otra cosa muy distinta para Lewandowski es cuando la elástica que viste es la de la selección. Aquí la cosa cambia y su dinamita no es tan explosiva. Lo dicen los números, que se convierten en humanos cuando juega con su país. Si esta temporada el polaco ha marcado 48 goles en 40 partidos, es decir, más de un gol (1,2) cada noventa minutos, su media con su combinado nacional es de medio tanto (0,55) por encuentro, ya que ha sido 118 veces internacional y ha anotado 66 dianas.

Evidentemente no es lo mismo la calidad del once titular del Bayern que el nivel de la selección de Polonia, donde se siente solo. Y más en esta Eurocopa, porque sus dos mejores socios en ataque se quedaron fuera a última hora por lesión. El primero en caer fue Krzysztof Piatek, punta del Hertha de Berlín que se fracturó el tobillo derecho el 12 de mayo en el campo del Schalke 04. Tuvo que pasar incluso por el quirófano y se convirtió en la primera baja importante para Paulo Sousa.

Semanas después el que se tuvo que bajarse del barco polaco fue Arkadiusz Milik, el otro gran goleador de este combinado aunque no tan brillante como Lewandowski. El atacante, propiedad del Nápoles pero que este curso pasado lo jugó como cedido en el Olympique de Marsella, se hizo daño en el menisco de la rodilla izquierda en la última jornada de la Ligue 1, en un partido ante el Metz.

El seleccionador trató de esperarlo hasta el último momento e incluso llegó a entrenarse con el grupo en los días previos al estreno ante Eslovaquia. Finalmente las molestias en la articulación no remitieron y Polonia anunció oficialmente la baja de Milik. Así que si la responsabilidad goleadora ya era de Lewandowski, ahora mucho más. En el primer partido la estrella polaca no apareció por ningún lado, lastrada como todos por la temprana expulsión de Krychowiak.

El problema para Polonia y la esperanza para España es que el «9» no es tan peligroso cuando juega para su país y que no es precisamente un bombardero cuando se trata de partidos de fases finales de grandes campeonatos. Disputó completos los tres partidos del Grupo H del Mundial de Rusia 2018 y no vio puerta en ninguno de ellos. Los polacos perdieron con Senegal, fueron goleados por la Colombia de Pekerman y ganaron a Japón, pero el gol lo hizo el central Bednarek.

La actual es su tercera participación en un Europeo después de las ediciones de 2012 y 2016. En Polonia y Ucrania marcó en el estreno ante Grecia y luego se quedó en blanco ante Rusia y República Checa. No pasó a la segunda fase Polonia, algo que sí consiguieron cuatro años después en Francia. No anotó en la fase de grupos ni en la eliminatoria de octavos frente a Suiza, aunque ese día sí transformó su penalti en la tanda de desempate. En cuartos ante Portugal marcó en el minuto 2 y abrió la tanda de penaltis, pero no le sirvió. Esos son sus dos goles hasta ahora en Eurocopas. España espera que este sábado no aumente esa cuenta.