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Yahia, Salem y Fahad o La cuota saudí

Yahia y Salem, en el entrenamiento de ayer de Arabia Saudí
Yahia y Salem, en el entrenamiento de ayer de Arabia Saudílarazon

«No lo conozco, no lo he visto», decía Asier Garitano de Yahia El Sehri cuando se incorporó al Leganés en el pasado mercado de invierno. Las referencias eran nulas, pero lo que vio el técnico después tampoco debió de convencerlo mucho porque es el único de los tres saudíes convocados por su selección que no se estrenó en la Liga. Cero minutos en media temporada. Nada extraño para un futbolista que se presentó en soledad en Butarque. Sin representación institucional, sin un director deportivo al lado que lo arropara. La experiencia no se puede decir que haya sido un éxito para Yahia, que aparece ahora en todas las listas de curiosidades por ser el más bajito del Mundial. Mide 1,65. Aunque no es el único. Empata en la estadística con el suizo Shaquiri y con el panameño Quintero.

Fahad Al Muwallad no es mucho más alto, apenas dos centímetros, pero es una estrella en el fútbol saudí. Allí le comparan con Messi y con la confianza del que se siente seguro de sus posibilidades se incorporó al Levante a finales de enero. «Estoy preparado para jugar contra el Real Madrid», dijo en su presentación, pero, sorprendentemente, no jugó. Cosas que pasan. Su presencia en el equipo se limita a 26 minutos repartidos en dos partidos. Diez contra el Leganés y 16 contra el Celta. Su presencia en el campo fue efímera, pero tuvo más espacio en los medios cuando desapareció cinco días para asistir a un funeral en su país. Tenía permiso del club, pero desapareció más tiempo del acordado. Tuvo que intervenir el Ministerio de Deportes saudí para localizarlo porque no respondía a las llamadas del club. No consiguió integrarse en el club. El desconocimiento del idioma y la necesidad de tener un traductor permanentemente a su lado no ayudaban.

El que sí jugó contra el Real Madrid fue Salem. Era el último partido del campeonato y disputó 33 minutos. Su estreno coincidió con el del hijo de Zidane, Luca, en la portería madridista. Demostró su calidad técnica, pero no le dio tiempo a mucho más. Al menos parece que el carácter se le ha ido calmando con el paso del tiempo. Hace tres años sufrió una sanción de un mes por intentar dar un cabezazo a un árbitro. «Ahora es más maduro», dicen.

«Tienen grandes capacidades técnicas, pero compiten a un ritmo diferente al de Europa. Debemos solidificar esos argumentos con presencia física. Yahya Al-Shehri del Leganés, Salem Al-Dawsari del Villarreal y Fahad Al-Muwallad del Levante son de los que más destacan, aunque no han jugado todo lo que nos hubiera gustado», admite su seleccionador, Juan Antonio Pizzi.