Fútbol
Real Madrid-Mallorca (4-1): El Madrid también abre los muros
Una cabalgada de Valverde antes del descanso empató un partido que se había complicado para el Madrid. En la segunda mitad, con Rodrygo de delantero y Vini de revulsivo, goleó
Para superar un muro hay que encontrar una puerta. Y contra el Mallorca, que fue quien construyó el muro en el Bernabéu, el Real Madrid tuvo que hallar cuatro con paciencia porque Muriqi marcó de cabeza y el equipo de Aguirre se encontró con el plan que había soñado: a cerrarse atrás, con dos líneas muy cerca del área y esperar que el tiempo pase y que el rival se de cabezazos contra el muro levantado. Eso le pasó al Real Madrid durante muchos minutos, pero no en todos y sobre todo no al final, cuando por fin transformó en goles su dominio. Tuvo la pelota muchísimo rato y aunque le costó supo cómo llevarla a la portería para conseguir la quinta victoria consecutiva en LaLiga y la sensación de que también tiene munición para esta clase de partidos, con un rival atras y oportunista. Se los va a encontrar mucho durante esta temporada.
Le costó, pero gracias a Valverde encontró el camino hacia el gol y después Rodrygo le imitó dos veces, una vez con ayuda de Vinicius. La cabalgada del uruguayo cuando el partido se iba al descanso fue el punto de inflexión, el que cambió la dinámica de un choque que se estaba jugando al ritmo que marcaba el conjunto visitante. Se disputaba cerca de su área, pero sin apenas entrar, con el Real Madrid lanzando desde lejos, pero inutilizando las bandas y metiéndose en el bosque de piernas de la defensa rival. No había manera de encontrar un respiro, un pequeño hueco, el orden rival lo paraba todo. Se necesitaba, pues, un poco de desorden y apareció en la carrera del uruguayo, que definió a la perfección lo que es un jugador box to box, de aréa a área, vertical, potente, con calidad para conducir el balón y con fiereza para rematar. El tanto llevó el empate antes del descanso y ánimo a un equipo que estaba empezando a perder la paciencia.
El Mallorca no cambió de planes, porque la victoria era un premio mayor, pero el objetivo era un punto y le valía. Al Madrid, no. Ancelotti dejó pasar un poco de tiempo antes de ir afilando el equipo para cambiarlo. Cuando vio que no podía esperar más quitó a Hazard, perdido entre tanta pierna rival y sacó a Modric para darle sentido al ataque y puso a Alaba en la izquierda para volcar más el equipo hacia ese lado. Y que se desordenase todo un poco.
Ah, y centró a Rodrygo. No es falso nueve porque tiene habilidades de nueve de verdad. Tiene de todo: toque, gol y arrancada. Como había hecho Valverde, pero desde más cerca se fue hacia la portería rival, sin barroquismos, buscando los atajos, queriendo llegar cuanto antes y cuando se le cerraron los caminos, se la dio a Vinicius, a ver que se le ocurría: no falla Vini dentro del área, es un goleador nato, quién lo iba a decir, un futbolista que o marca el primer gol del equipo o el que desnivela el partido. Un toque para limpiar a los defensas, otro igual de suave, para cruzar el balón.
Por eso le odian, claro, porque no le pillan con el balón y quieren pillarle de otro modo. Desesperada, la defensa del Mallorca intentó sacar a Vinicius de sus casillas, mientras él pedía la pelota para seguir jugando con ellos. Fue Ok Corral. Unos a empujones y rabio, Vini con la pelota, malabarismoss y sonrisas irónicas. Los mallorquinistas acabaron de los nervios, ocupados en cosas que no eran defender, derrotados definitivamente, pese a todo su esfuerzo.
Porque ya no sabían a quién controlar ni cómo. Mientras Vini les sacaba de quicio, Rodrygo segu ía a lo suyo: aparecer desde lejos del área y enfilar hacia la porteria hasta marcar. Si en la primera se la dio a Vini, en la segunda, él se lo guisó y se lo comió, en un jugadón espectacular. Va a tener que sudar Hazard para quedarse con el sitio que deje Benzema cuando esté de baja.
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