Goleada rutinaria de la Roja en Chipre (1-3)

Lamine Yamal necesitaba un partido más para que la FIFA lo considere español para siempre. Un partido más para que Marruecos no dejara a la Roja sin uno de los futbolistas más prometedores del momento. Un chico que debía estar jugando el Mundial sub ‘17 y que en Chipre disputaba su tercer partido con la absoluta.

El jugador del Barcelona justificó pronto el empeño de Luis de la Fuente en hacerle saltar pasos de la formación para llevarlo con la absoluta. Cinco minutos tardó en hacerlo, en recoger en el área un balón que no pudo rematar Joselu para marcar el primero de España. Pero no lo hizo de cualquier manera. Amagó primero y tiró al portero al suelo, recortó otra vez y esta vez fue un defensa el caído. Y ya, sin obstáculos, remató con la izquierda cerca del poste un gol con un lejano aroma a Maradona. Un gol que da la razón a Luis de la Fuente.

España no encontró rival en los chipriotas. Tenía razón el seleccionador en que las cosas han cambiado mucho desde hace 25 años, desde aquel desastre en Chipre que se llevó por delante a Javier Clemente. Chipre sigue siendo igual de débil ante España, pero ahora la Roja es un equipo fuerte, con una personalidad definida y al que ya no le afecta hacer cambios en la alineación en partidos que deben ser una rutina para España, como el de Chipre.

Debutaba Grimaldo en el lateral izquierdo; David Raya ocupaba la portería, Zubimendi el mediocentro y Morata dejaba su lugar a Joselu en el área. Y a la media hora el partido ya estaba resuelto con goles de los tres delanteros españoles.

Oyarzabal, que se dejó ver mucho mientras estuvo en el camppo, marcó el segundo después de una revisión del VAR que determinó que poco más que una uña de un defensa chipriota daba validez a su posición. No tardó mucho en dar a Joselu el tercero, en un saque de córner que puso en el segundo palo y que el jugador del Real Madrid empujó con el pie a la red sin que nadie le molestara.

Ahí terminó la buena suerte del capitán de la Real, que se tuvo que marchar antes del descanso lesionado. Joselu robó una pelota y se la mandó a Oyarzabal para devolverle la asistencia del tercero. Pero quedó tendido en el suelo al estirarse para rematar dentro del área y echándose la mano a la parte posterior del muslo. Entró Riquelme en su lugar cuando quedaban cinco minutos para el final de la primera parte. Otro debutante. De la Fuente se permitió hacer debutara Aleix García, el jugador de campo que quedaba por estrenarse, en el descanso. El capitán del líder de Primera también tenía su premio.

España ya no necesitaba apretar. El aluvión de España en los primeros minutos de la primera mitad, quedaba convertido en rutina. Tampoco había ocasiones claras, como el remate al palo de Zubimendi en los primeros 45 minutos. El mediocentro ocupó el lugar de Rodri y asumió el mando del equipo en el campo. Es uno de los jugadores de confianza del seleccionador, aunque la competencia de uno de los mejores del mundo en su puesto, le tiene condenado al banquillo.

Ni siquiera él pudo acelerar el ritmo del equipo en la segunda mitad y España se dejó ir. Permitió que Chipre marcara, aunque tampoco faltó la revisión del VAR para que los chipriotas pudieran celebrarlo. Pero no había mayor problema. El partido se había acabado en la primera mitad con los goles de los tres delanteros y con la presión de España que no dejaba sacar la pelota a los chipriotas. La Roja suma otra victoria y se asegura el «fichaje» de Lamine Yamal para su equipo. Un futbolista para garantizar el futuro