Tenis

Las lágrimas de Djokovic después de perder en Wimbledon ante Alcaraz

El serbio se quiebra al dar las gracias a su familia y sus hijos en el discurso tras perder por primera vez en la central londinense en diez años

Djokovic, visiblemente emocionado
Djokovic se quebró al referirse a sus hijosEuropa Press

El invencible Djokovic se hizo humano, después de un arranque en el que amenazó con el 6-0 en el primer parcial, acabó rendido a la valentía de un chico de 20 años que no tiene miedo a nada. Nole rompió una raqueta contra la silla del árbitro durante el choque, pero la derrota no se la tomó mal. Lo que no pudo hacer fue terminar su discurso sin llorar. Las lágrimas se le escaparon cuando se refirió a sus hijos, que estaban en el palco, y a los que les dijo que les quería mucho. Al hablar de su familia se rompió el serbio, que se quedó sin el Grand Slam en una única temporada y se corta la racha de diez años que llevaba sin perder en la pista central del All England Tennis Club.

«Buenas tardes a todos, no muy buenas para mí, pero sí para Carlos», empezó su discurso Djokovic. «Qué calidad has demostrado en el final del partido para terminar ganando con tu saque, eres increíble. Es brutal cómo te has adaptado a la hierba con lo poco que has jugado en esta superficie. No es normal evolucionar así en tan pocos partidos en hierba», continuaba el serbio, que como el mejor analista reconocía dos cosas: que a Carlitos no le tembló el pulso donde sí le sucedió a otros grandes, y lo sorprendente de su adaptación a la hierba, donde no había jugado casi nada hasta este año. «Nunca gusta perder estos partidos, pero tengo que estar muy agradecido porque también gané partidos así de apretados en el pasado, con Federer con bolas de partido en contra. Es difícil digerir una derrota así, cuando estás tan cerca, pero trabajo para estar en estas finales, en las pistas más importantes. No gané pero perdí contra un rival que fue mejor. Tengo que pasar página y espero volver más fuerte», continuaba Djokovic, asimilando que el murciano le había negado volver al número uno del mundo.