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Las escuchas a Sandro Rosell desvelan la «compra de un hígado ilegal» para Abidal

La Audiencia Nacional abrió una pieza separada tras detectar cuatro conversaciones en las que el expresidente del Barça admite que la supuesta donación de un primo del jugador fue un montaje.

Rosell, junto a Abidal
Rosell, junto a Abidallarazon

La Audiencia Nacional abrió una pieza separada tras detectar cuatro conversaciones en las que el expresidente del Barça admite que la supuesta donación de un primo del jugador fue un montaje.

El expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, admitió hasta en cuatro llamadas telefónicas la “compra de un hígado ilegal” para el entonces jugador del club y actual secretario técnico, Eric Abidal, que fue sometido a un transplante de ese órgano en 2012 para combatir el cáncer que sufría.

Según informa El Confidencial , la Policía Nacional y la Guardia Civil interceptaron las conversaciones de Rosell en el marco de la investigación por supuesto blanqueo de capitales y las remitió a la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela. La juez consideró que las pruebas podrían demostrar que Rosell había incurrido en un delito de lesiones por tráfico de órganos y abrió una pieza separada al caso.

En las llamadas interceptadas, Rosell habla con un hombre identificado como ‘Juanjo’ y con otro número de teléfono que podría resultar de la misma persona. De las conversaciones se desprende que Rosell, durante su mandato en el Barça, compró “un hígado ilegal” para Abidal y que, para evitar un escándalo, se filtró a la prensa que se había tratado de una donación de un supuesto primo del jugador, residente en Francia y de nombre Gerard. No trascendieron más datos del donante de hígado, presuntamente para preservar su intimidad.

Una juez archivo las diligencias al no hallar indicios de delito

En este sentido, una juez de Barcelona abrió hace un año una investigación sobre la supuesta compra ilegal, a raíz de las escuchas policiales al expresidente del club Sandro Rosell, pero archivó las diligencias porque no halló indicios de delito.

Según ha informado hoy el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), la titular del juzgado de instrucción número 28 de Barcelona recibió hace poco más de un año una inhibición por parte de la Audiencia Nacional, donde la juez Carmen Lamela mantiene en prisión preventiva a Rosell por una causa por blanqueo y organización criminal, en relación a la supuesta compra ilegal de un hígado.

Tras recibir en mayo del pasado año la inhibición de la juez Lamela, la titular del juzgado de instrucción número 28 de Barcelona practicó varias diligencias que no permitieron definir ningún ilícito penal ni al supuesto autor, según el TSJC.

Ante esta situación, la juez acordó archivar a principios de este año la causa, con el informe favorable de la Fiscalía.

La defensa de Rosell en la causa por blanqueo han manifestado hoy que no tenían conocimiento de estos hechos y han mostrado su extrañeza de que se pueda pensar que se puede comprar un hígado ilegal y trasplantarlo en un hospital público como el Clínic de Barcelona.

Las llamadas que inculpan a Rosell

El club anunció en 2012 que el defensa francés había sufrido un empeoramiento y que necesitaba urgentemente un trasplante para poder afrontar la enfermedad. El 10 de abril de ese año, tras encontrar un donante, Abidal volvió a Barnaclínic, la rama privada del Clínic, y fue intervenido con un resultado satisfactorio. El Barça reveló entonces que el hígado había sido donado por un primo del jugador, desconocido hasta ese momento, que respondía al nombre de Gerard y residía en Francia. No trascendieron más detalles para respetar supuestamente el anonimato de ese familiar. En el verano de 2013, Abidal abandonó el club molesto con la directiva de Rosell por no permitirle seguir en la plantilla.

Intervenciones telefónicas realizadas en abril de 2017 han permitido descubrir ahora que el episodio de la donación habría tenido un trasfondo más siniestro. Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil se toparon durante la investigación contra Rosell por blanqueo de capitales con cuatro conversaciones telefónicas entre el exdirigente blaugrana y uno o varios colaboradores —uno es identificado con su número de móvil y otro simplemente como “Juanjo”, por lo que podría tratarse de la misma persona—, en las que se reconoce de forma expresa la “compra de un hígado ilegal” para el jugador francés y se insinúa que la donación del supuesto primo fue un invento para evitar un escándalo.

En una de las llamadas, un interlocutor desconocido cuenta que Bartomeu le dijo que el defensa galo era un “hijo de puta” por criticar a su antecesor. Es en ese momento cuando el autor de la llamada le cuenta a Rosell: “Vamos a ver una cosa, es que no [inenteligible], Sandro... es que va contra nosotros [Abidal, se entiende]... a este tío le compramos un hígado ilegal”. Rosell reaccionó a esa grave afirmación con un sonido transcrito por los investigadores como un sencillo “ummm”. Su intelocutor siguió: “Y vendimos que era del primo, ¡que era del primo! Le pagamos dos años de contrato, lo que le quedaba”. A esta segunda revelación, Rosell ya respondió con un triple “sí”, corroborando presuntamente la veracidad de los hechos. Después, el diálogo discurrió sobre otros asuntos sin interés para la causa.

Nuevas conversaciones apuntalaron las sospechas días más tarde. Según la información a la que ha tenido acceso El Confidencial el 27 de abril de 2017, a las 15:16, la Guardia Civil y la Policía Nacional detectaron una nueva llamada entre Rosell y un tal “Juanjo” que parecía de su máxima confianza. Este contó al expresidente que acababa de tener una “enganchada” con Abidal y que le había dicho que era “un hijo de puta” por atacar a Rosell. El exdirigente del Barça respondió asintiendo con la misma acusación —“¡Un grandísimo hijo de puta!”—, y añadió una nueva frase incriminatoria. “Un tío... Que le salvamos la vida, tío...”, dijo Rosell, ratificando las acusaciones de compra de un órgano para el jugador.