Selección española
Pablo Sarabia, quince meses y dos hijos después
Su último partido con la selección fue contra Marruecos en el Mundial de Qatar. Jugó dos minutos, mandó un remate al poste y falló su penalti en la tanda
Pablo Sarabia sólo jugó dos minutos en el Mundial de Qatar. Tiempo suficiente para haber cambiado el destino de España en el torneo. En esos dos minutos mandó un remate al poste que hubiera ahorrado a la selección tener que jugarse la clasificación para los cuartos de final en los penaltis. Había entrado para eso él, para ser uno de los lanzadores desde los once metros.
Tiró el primero y lo falló. Y marcó el camino de regreso a casa de la selección, que no marcó ninguno de los tres que pudo lanzar en la tanda. Aquel fue su último partido con la Roja y también el último de Luis Enrique. Desde entonces, han pasado algo más de 15 meses en los que ha visto a España por televisión. Mientras en la memoria de los aficionados quedaba aquel disparo al poste que podía haber cambiado el destino de la selección en aquel extraño Mundial de Qatar.
«Yo también la tengo grabada esa. Fue una jugada que pudo marcar un antes y un después de ese partido. Estoy feliz de estar aquí, de tener otra oportunidad y de disfrutar con mis compañeros», dice en la sala de prensa de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
En estos quince meses Luis de la Fuente se ha consolidado como seleccionador y España ha vuelto a ganar un título, la Liga de Naciones. Pero Sarabia no había perdido la esperanza de recibir de nuevo la llamada de la selección. La convocatoria fue una alegría para él. «Trabajo para mejorar cada día, para intentar aportar lo mío. Me enteré [de la llamada] por un compañero de equipo que me lo dijo. Me alegré muchísimo, fue un subidón tremendo», afirma.
En estos quince meses la vida de Pablo Sarabia ha sufrido muchos cambios. En el mercado de invierno posterior al Mundial dejó el PSG para marcharse al Wolverhampton, donde lo esperaba Julen Lopetegui. A los pocos meses nacieron sus gemelos y Lopetegui, el hombre con el que había ganado la Eurocopa sub ‘21 en 2013, abandonaba el club.
«Desde el primer minuto que aterrizo en el Wolves lo hago con Lopetegui. Es una Liga totalmente diferente para él y para mí. Hubo cambios personales en mi vida y hemos tenido que ir adaptando la alimentación, los descansos, el ritmo, porque el ritmo es muy diferente a las ligas en las que había jugado. Y en los Wolves necesito hacer un trabajo diferente al que hacía en París o en los otros equipos en los que había estado», confiesa el internacional español. «Ha sido un periodo largo, en el que ha habido muchísimos cambios en mi vida y los he ido afrontando, aceptando, adaptándome cada vez más a las situaciones que han venido», añade.
«Estoy disfrutando de una gran temporada, tanto el equipo como yo estamos en una buena dinámica y estoy muy orgulloso a nivel personal por saberme adaptar a ese tipo de competición», reconoce. Porque el fútbol en Inglaterra es diferente. «En la Premier todo es con más ritmo y menos control», advierte.
Sarabia ha jugado en la Liga, en Portugal, en Francia y ahora en Inglaterra. «Esto tiene dos vertientes. A nivel personal me enriquece muchísimo saber adaptarme a cada país, a cada cultura, a cada ciudad. Y eso lleva su parte al fútbol, saber adaptarme a diferentes circunstancias es una virtud. Cada vez que llego a una Liga intento adaptarme, saber dónde puedo hacer daño con mis virtudes y con mis defectos», asegura.
Durante estos meses, en la distancia, siempre ha estado acompañado por la Federación. Aunque el seleccionador no llame a los futbolistas a no ser que estén lesionados, siempre hay alguien. «Y desde el primer momento he sentido el apoyo por la comunicación que he tenido con gente de la Federación, porque hemos vivido muchas cosas juntos y eso marca», explica.
Sarabia regresa ahora a la Roja para jugar dos amistosos con la esperanza de ser uno de los elegidos por Luis de la Fuente para disputar la Eurocopa. La última vez que jugó con la selección estaba Gavi, pero ahora hay dos jugadores más jóvenes aún, Cubarsí y Yamal, que tienen 17 y 16 años. «Que jugadores tan jóvenes lleguen a la selección significa que España está trabajando bien el fútbol de base, la cantera. No me siento viejo, porque tengo 31 años. Creo que estoy en una etapa muy buena de mi vida. Hay una gran diferencia de edad, pero entre todos intentamos aportar esa experiencia y esa juventud que creo que es tan necesaria en cualquier equipo», dice. Él Ya ha estado en los dos últimos grandes torneos que ha disputado la selección. Pero ahora tiene más experiencia acumulada y una cuenta pendiente con el poste.
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