Así han sido los mejores puntos de Alcaraz en la final contra Zverev: dejadas, globos, ganadores... (vídeo)

Carlos Alcaraz sorprendió no ya por la victoria en la final del Mutua Madrid Open, después de una semana en la que había podido ya con Rafa Nadal y Novak Djokovic, pero sí por la manera de hacerlo. Necesitó una hora escasa contra el número tres del mundo, Alexander Zverev, que nunca había perdido en la pista Manolo Santana y que defendía el título.

La velocidad de bola del español fue demasiado para el tenista germano en todo momento. Como además tampoco tuvo su día con el primer saque (el segundo, por contra, es una de sus debilidades), el resultado fue demoledor. Estos son algunos de los mejores puntos de la final.

Visión de juego

En el sexto juego del primer set mostró de todo. Primero, la capacidad para hacer la dejada, un golpe que ya es marca de la casa. Pero la forma de concluirlo es sensacional y demostró que está atento a todo lo que sucede. La acción pedía el passing paralelo porque ahí estaba el hueco, pero por el rabillo del ojo estaba viendo lo que hacía Zverev, que se movió precisamente para tapar esa zona débil. Entonces, el español tiró al otro lado con un ángulo sutil.

Buenas piernas

Comenzaba el segundo set después de la exhibición del primero y Zverev no se podía dejar ir. Pero no encontraba la manera de sostener a su rival, ni a la defensiva ni a la ofensiva, como en este punto en el que Carlitos demostró que aunque su idea es tener un tenis ofensivo, también tiene la humildad necesaria para correr y defender. La primera que recupera, con la derecha, remando, ya es un milagro, pero es que después llega al otro lado para tirar el passing y complicar la volea del alemán y finalmente ir hacia delante para finalizar con una derecha paralela.

Por abajo y por arriba

La potencia y la aceleración de su derecha es lo que más llama la atención de primeras, pero es que el revés también es muy sólido. Pero su golpe estrella, del que a veces a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, no le gusta que abuse, es la dejada. “Las hago desde niño”, dice él. Y ahora las ejecuta a la perfección, como en este punto de la final. A muchas, Zverev no conseguía ni llegar. A las que lo lograba, era para pasar la bola como pudiera, y ya se quedaba vendido: estaba enganchado en la red y Alcaraz le pasó por arriba con un globo impecable.