Djokovic vuelve a caer ante Tabilo, esta vez en Montecarlo, y no aleja las dudas

El chileno Alejandro Tabilo saltó a la primera línea de la información tenística cuando derrotó a Novak Djokovic el año pasado en Roma (6-2 y 6-3). Tenía una historia potente detrás, pues en un momento dado vio su carrera peligrar por el peso, pues llegaba a los 100 kilos, que consiguió dejar en 65. La sorpresa la ha repetido, pero en otro escenario: Montecarlo (6-3 y 6-4). Puede presumir de que las dos veces que se ha enfrentado con la leyenda serbia, ha vencido.

En otras circunstancias, podría ser un tropiezo anecdótico de Djokovic, que normalmente necesitaba un poco más de tiempo para adaptarse a la tierra, comparado con otras superficies, pero a estas alturas de su carrera, a punto de cumplir 38 años, todo el mundo está buscando señales de un posible adiós definitivo, de un bajón físico o, sobre todo, de una pérdida de motivación, una vez retirados sus grandes rivales, Nadal y Federer, y de tener casi todos los récords.

Se resiste el título 100

Está Djokovic entre el querer y el poder, porque sí desea ganar el título 100 en su carrera y se le resiste, en una temporada con altibajos que empezó con el bombazo de anunciar que Murray pasaba a formar parte de su equipo de trabajo. Los momentos altos fueron la victoria sobre Alcaraz en los cuartos del Open de Australia y la final de Miami, que no pudo rematar ante el joven Mensik. Por contra, ha perdido en el estreno en Montecarlo ahora, pero antes en Doha (Berrettini) e Indian Wells (Van de Zandschulp).

Su derrota ante Tabilo fue sin ofrecer demasiada resistencia, apático, algo extraño en un tenista que ha demostrado mil veces ser un competidor nato. Pedía la pelota rápido, como deseando que terminara cuanto antes, cometió demasiados errores y la primera bola de partido que tuvo en contra la sacó con un tiro a la cinta que pasó y entró por un pelo y con una dejada que superó la red de milagro, todo hecho sin demasiadas ganas. Sólo de esto, en un segundo set en el que siempre fue a remolque con un break en contra, pareció que despertaba y podía ponerse el encuentro de cara, pero Tabilo no tembló y repitió las sensaciones de hace un año.