
Tenis
El dobles completa otra hazaña de España en la Copa Davis
Granollers y Pedro Martínez derrotan a Machac y Mensik (7-6 [10/8] y 7-6 [10/8]) y junto con el triunfo de Munar eliminan a la República Checa. Jugarán las semifinales contra el ganador del Argentina - Alemania

La baja de Carlos Alcaraz en la Final a 8 de Bolonia de la Copa Davis fue un golpe duro para el equipo. A David Ferrer, el capitán, el disgusto le duró una noche. A la mañana siguiente, a creer. Jaume Munar, quien se quedaba como número uno, pidió que se hablara de los que están. Pedro Martínez recurrió a la palabra equipo, la clave en esta competición. Por supuesto que hacen falta buenos jugadores, pero es que España los tiene, más allá de que faltara el mejor, el número uno del mundo. Los héroes de la eliminatoria contra Dinamarca (remontaron un 0-2 en septiembre para llegar a la Final a 8), a los que se unió Granollers (baja en aquella eliminatoria por un esguince), lo volvieron a hacer. Pese a la derrota en el primer punto de Pablo Carreño contra Mensik (5-7 y 4-6) y a quedarse sin margen, la selección no perdió la fe y logró dar la vuelta a la situación con las victorias de Jaume Munar ante Jiri Lehecka, en el duelo de números uno (6-3 y 6-4) y el remate del dobles, con Marcel Granollers y Pedro Martínez superando a Machac y Mensik (7-6 [10/8] y 7-6 [10/8]).
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Con la baja de Carlos, el sueño casi utópico era poder cerrar la eliminatoria con los checos en dos partidos individuales, la lógica por ranking apuntaba a una derrota por la vía rápida y el objetivo realista era intentar llevar el duelo al dobles. Si hay una competición en la que la clasificación mundial puede pesar menos y los nervios son más incontrolables, es la Davis. La República Checa tiene, por así decirlo, a la mejor clase media del circuito, pero en ese grupo está ya también Jaume Munar, número 36 del mundo. La novatada de la competición por países ya la pagó el mallorquín ante Dinamarca perdiendo un punto en individuales que tendría que haber ganado. Con esa experiencia y en el año más importante de su vida, venció con claridad al número 17, Lehecka (al que no había ganado ni un set en sus dos duelos precedentes), apoyado en su gran saque en el primer parcial (80 por ciento de promedio dentro), y apelando a la resistencia después, con una equilibrio perfecto entre saber defender y ser sólido y jugar más agresivo. Los problemas llegaron en el segundo parcial, con 3-1 y 15-40, pero salvó esas dos pelotas delicadas y después volvió a volar. Fue una actuación estelar, la que daba vida a España y la colocaba en el lugar que quería, tras la derrota de Carreño ante Mensik en un partido parejo en el que los cañonazos del checo (20 saques directos) terminaron por imponerse en los momentos decisivos.
El vida o muerte del dobles quedaba en manos, principalmente, de Marcel Granollers, uno de los mejores especialista del mundo, campeón este año de Roland Garros y del US Open, con su pareja habitual, al argentino Horacio Zeballos. Esta vez formó dúo con Pedro Martínez. Tomas Berdych, el capitán checo, apostó por Machac y Mensik, dos jugadores de individuales. El partido de dobles demostró qué significa la Copa Davis, una competición centenaria, histórica, que con el paso de los años y con el crecimiento del negocio ha ido perdiendo protagonismo. Pese al cambio de formato y a que falten muchos de los mejores tenistas del mundo, es única y la emoción que despierta no se vive en otras citas, por ser por equipos y por jugar más que nunca por tu país. España tomó el mando con una rotura rápida, pero los checos lo recuperaron pronto y el tie-break del primer set fue el momento culminante de la eliminatoria. En el juego por parejas se escucha todo, los ánimos, los “mía”, “tuya”, “voy”, los lamentos, los gestos para indicar hacia qué lado se va a mover el jugador que está en la red después del saque... República Checa llegó a mandar en el desempate 4-1 y 5-2, con dos servicios a favor de Mensik, el mejor de los cuatro con ese primer golpe, pero esos dos puntos se los llevó España, gracias a un error del propio Mensik en la volea y un resto de Granollers. El catalán se las sabe todos, tiró una bola alta, un globo, y tanto él como Pedro Martínez se fueron como lobos a tapar la red, de forma sincronizada.
Recuperaron terreno los chicos de David Ferrer, pero lo perdieron de nuevo. Afrontaron dos pelotas de set en contra con 4-6, que salvaron, la primera de ellas en un punto espectacular, con Machac hasta lanzándose al suelo a por una bola, con defensas increíbles y un último tiro de Pedro Martínez en medio de los dos rivales, donde duele. Todavía recuperó otra pelota de parcial España, y desperdició una, pero a la segunda llegó el premio, después de una batalla en la que hubo pelotazos al cuerpo involuntarios, a la espalda de Granollers, con disculpas aceptadas, y mucho protagonismo del propio Marcel, el mayor conocedor de esta disciplina: manos rápidas en la red para volear y una presencia imponente para despistar y tapar mucho, como una sombra. Incluso a veces, quizá por la responsabilidad, fue a por bolas que tal vez no eran para él. Pero la sintonía general de los dos jugadores españoles fue fantástica.
El segundo set también se decidió por milímetros, con los checos apoyados en los restos paralelos de Machac. Salió España de un 0-30 con 6-5 abajo. En el desempate tampoco faltaron emociones. Granollers respondió a una pelota de set con una volea. Machac, a una de partido con un buen saque abierto. La segunda opción de parcial se la generó la República Checa después de que Granollers recibiera otro pelotazo. La salvó el propio Marcel con dos buenos saques y ya Mensik no pudo más: una doble falta puso el punto y final al partido y a la eliminatoria.
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