Fútbol

El vestuario del Barça y Xavi, un divorcio antes de tiempo

Sólo una victoria en el Bernabéu evitaría que el último mes y medio de competición se hiciera interminable para el Barcelona

Xavi Hernández, entrenador del Barça
Xavi Hernández, entrenador del BarçaAlberto EstévezAgencia EFE

En vísperas del partido de vuelta entre el Barça y el PSG en Montjüic, Joan Laporta decidió mostrar el apoyo al equipo y a su entrenador muy a su manera. El presidente azulgrana apareció en la sesión de entrenamiento de la primera plantilla y regaló un sonoro abrazo a Xavi ocupándose de que todo el mundo (jugadores, cuerpo técnico y medios) lo tuviera bien presente. El gesto tiene un valor nulo después de todo lo que sucedió durante y después de la goleada del PSG. La eliminación europea convierte la victoria en el Clásico en una obligación –el Barça está a ocho puntos del Madrid en LaLiga– para que el mes y medio de temporada que resta no se le haga interminable al club.

La derrota, el modo en que llegó, las intervenciones del técnico y sus posteriores reflexiones han abierto una sima entre Xavi y algunos de los pesos pesados del Barça. El famoso entorno del club cuestiona su apuesta después de la expulsión de Araujo. La retirada de Yamine Lamal y la entrada en el campo de Iñigo Martínez no dieron el resultado deseado. En la segunda parte fue expulsado –su tercera roja del curso– después de patear una publicidad cercana a una cámara y con el cuarto árbitro al lado. Dejó huérfano al equipo cuando más lo necesitaba y su tarjeta roja estuvo acompañada poco después por la expulsión del preparador de porteros. Un todos a una muy particular del cuerpo técnico azulgrana. Sus reflexiones posteriores al partido hablando de decisiones «extrañas» del colegiado no hicieron más que agravar su cuestionable situación dentro del vestuario.

Sus valoraciones sobre la actuación arbitral contrastan con las que realizaron algunos jugadores del equipo como Ter Stegen o De Jong. Gündogan prefirió apuntar directamente al error de Araujo como la clave de la eliminación. Todos ellos mostraron opiniones divergentes a la del técnico. «Araujo se aparta y Barcola se deja caer», soltó Xavi en conferencia de prensa. El alemán apuntó al central: «En ese tipo de jugadas, tienes que tener claro que llegarás al balón. Si no, darle la oportunidad a nuestro portero. Tantos minutos con diez, te mata. Vengo del vestuario y obviamente la gente está decepcionada pero después de un partido tan importante y un resultado innecesario me gustaría ver más enfado y decepción. No vine aquí para perder este tipo de partidos así».

Araujo publicó ayer su reacción después de la eliminación en Instagram: «El fútbol que tantas alegrías me ha dado, ahora me golpea con fuerza. Agradezco el apoyo de aquellas personas que están incondicionalmente a mi lado, así como los compañeros que lo dieron todo en el campo y a los aficionados que animaron hasta el final. Siento no poderos dar esta alegría. Lo volveremos a intentar. Força Barça, ara i sempre!».

Xavi Hernández, como anunció a finales de enero después de la derrota por 3-5 ante el Villarreal, dejará su cargo en el banquillo azulgrana a final de temporada y todo apunta a que su sustituto será el mexicano Rafael Márquez, el técnico del filial y una apuesta personal de Joan Laporta. La opción B es el alemán Hans Flick, una decisión tan arriesgada o más que la del mexicano. Márquez está completando una buena temporada con el Barça Atlètic a nivel de resultados, aunque en cuanto a juego y ADN culé ya sea otra historia.

Desde el Barça se asegura a Efe que «todavía no se ha activado» la búsqueda de entrenador para el próximo curso, pero que Márquez apunta a ser la «opción más lógica». «Márquez es el aspirante más próximo y será uno de los candidatos que se contemplará como opción cuando llegue el momento», comentó la misma fuente sobre el futuro del banquillo.