Salario Mínimo

Así ha evolucionado el salario mínimo en España

Desde 1990, el SMI se ha revalorizado un 216%. En los últimos cuatro años ha subido un 45%

Evolución del salario mínimo 1990-2020
Evolución del salario mínimo 1990-2020Teresa Gallardo

La ministra de Trabajo, la podemita Yolanda Díaz, anunció con una gran satisfacción que el Gobierno había logrado cumplir otra de sus promesas: subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Sin embargo, su alegría no era completa ya que, en realidad, no había sido fiel a los acuerdos firmados con el PSOE en su coalición de Gobierno de elevar “inmediatamente” a 1.000 euros el SMI. Éste se ha quedado en 950 euros mensuales en 14 pagas, por lo que los trabajadores que cobren el SMI sumarán a su cuenta 700 euros más, la mitad de lo que les habían prometido.

Con este incremento, el SMI ha aumentado en apenas 12 meses casi un 29% -un 22,3% en 2019 y un 5,5% en 2020-, desde los 735 euros de diciembre de 2018 hasta los 950 euros aprobados ahora. Sin embargo, solo hay que remontarse dos años más hacia atrás, cuando al frente del Gobierno se encontraba Mariano Rajoy, para encontrarnos que el porcentaje de crecimiento del SMI se ha elevado un 45%. De los 655 euros de 2016 ha pasado a 950 euros en 2020. Entre 2012 y 2015, el SMI se mantuvo congelado por culpa de la gran crisis.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el desarrollo del SMI ha evolucionado desde los 300 euros mensuales de 1990, que sumaban 4.207 euros al final de año, a los 950 euros aprobados esta semana, con unos ingresos 13.300 euros en 2020. Si nos vamos diez años atrás en el tiempo, hasta 1980, el montante el SMI que se pagaba en aquel momento puede sonar incluso ridículo en estos tiempos, ya que los trabajadores que cobraban el sueldo mínimo recibían 135 euros al mes. Desde 1990, el salario mínimo en España se ha revalorizado un 216%.

La mayor incidencia de la última subida del SMI tendrá lugar en las pequeñas empresas, micropymes y autónomos con trabajadores a su cargo, siendo el sector servicios y las actividades administrativas los que pueden tener un impacto más negativo en cuanto a contratación.