Aerolíneas

Test para los pasajeros y zonas estériles para no reducir la capacidad de los aviones

Las compañías consideran más útil que los viajeros pasen controles sanitarios en los aeropuertos que limitar los pasajes. Consideran inviable económicamente reducir asientos

Una de las cámaras para tomar la temperatura a los pasajeros instaladas en el aeropuerto de Seúl
Una de las cámaras para tomar la temperatura a los pasajeros instaladas en el aeropuerto de SeúlAhn Young-joonAgencia AP

A falta de que la Comisión Europea concrete unas directrices comunes para su vuelta a la actividad cuando la pandemia del coronavirus esté bajo control, el sector aéreo sigue dándole vueltas a qué medidas pueden ser las más adecuadas para garantizar la seguridad de los vuelos y recuperar así la confianza de los pasajeros. El departamento médico de la IATA, la principal organización de aerolíneas del mundo, acaba de publicar un documento que bajo el título “El reinicio de la avión tras el Covid-19”, en el que sugiere la posibilidad de usar pasaportes de inmunidad para agilizar el embarque de aquellos pasajeros que estén en posesión del documento por haber pasado el virus y realizar test a los pasajeros antes de subir al avión para no reducir la capacidad de los mismos. El documento advierte de que reducir la capacidad de los aviones podría ser económicamente “inviable”.

La IATA considera que todo aquel que vaya a volar tras el coronavirus deberá someterse a un control médico previo al embarque. La organización asegura que podría ser muy útil que cada pasajero realizase una declaración en la que relatase si ha sufrido síntomas previos de la enfermedad. Entiende que, al ser el viajero el que la haría, depende de su buena voluntad responder con honestidad a las preguntas. Una vez en el aeropuerto, la IATA considera que la toma de temperatura de los viajeros puede ayudar a detectar casos, pero también advierte de que sus resultados deben tomarse con cautela porque no es completamente fiable. En su opinión, “no debería ser responsabilidad del personal de las aerolíneas tomar la temperatura”, sino que debe ser hecho de forma manual “por el personal adecuado”. En España, Aena ya ha previsto la compra de dispositivos para la toma de temperatura a distancia por parte de personal médico si es requerido.

La organización también considera que entre la combinación de medidas de prevención deben estar los test. En concreto, los PCR, que permiten detectar el virus en los sujetos. Aunque la IATA reconoce que estas pruebas son lentas y en ocasiones dan falsos positivos o negativos, asegura que, en cuanto estén disponibles, deben emplearse como “una medida para reducir los riesgos” de coronavirus.

Zonas estériles

Sin entrar en el tipo de controles médicos que deben realizarse a los pasajeros, las aerolíneas españolas consideran que lo adecuado sería habilitar en los aeropuertos “zonas estériles” a las que sólo pudieran acceder los pasajeros que hubiesen ya superado las pruebas. En ellas, se evitaría su contacto con todo aquel que no estuviera “limpio” y se garantizaría que al avión sólo ingresan pasajeros seguros. Los que estuvieran en posesión de un pasaporte de inmunidad podrían evitar todo el control médico al haber acreditado con este documento que se han recuperado del Covid-19 y son inmunes al virus. Esta herramienta tendría un alcance limitado debido a que el número de pacientes recuperados y que podrían estar en posesión del mismo es todavía escaso, recuerda la IATA.

Infografía
InfografíaTania Nieto

El énfasis de las aerolíneas por implementar una amplia batería de controles sanitarios previos a subir al avión tiene que ver en parte con la derivada económica de su negocio. Aunque hace un par de semanas la IATA aseguró que entre las medidas que se estaban discutiendo con los gobiernos para la vuelta de los aviones estaba la posibilidad de dejar desiertos un tercio de los asientos para garantizar el distanciamiento social, el documento de la organización reconoce ahora que “dejar un gran número de asientos vacíos es probablemente insostenible”. Algunas como la irlandesa Ryanair ya han advertido de que no reanudarán su actividad si les obligan a limitar el pasaje. La pelota está en el tejado de la Comisión Europea, que ha asegurado que el distanciamiento social será importante a la hora de reanudar la actividad aérea.

Mantener las distancias en el interior del avión es el gran reto al que se enfrenta el sector aéreo. La IATA asegura que los respaldos de los asientos ofrecen una protección adicional. Según explica, la contaminación del aire emitido por los aparatos es relativamente complicada debido a que los aviones más modernos tienen unos filtros que lo evitan. En cualquier caso, la asociación apuesta como medida más efectiva por el uso de mascarillas tanto para los pasajeros como para la tripulación. En la operativa a bordo, Iberia, por ejemplo, entrega mascarillas a los pasajeros que no la lleven en vuelos con ocupación superior al 50%.