Aeropuertos

El segundo aeropuerto de Madrid no arroja la toalla pese a la crisis del sector aéreo por el coronavirus

Sus promotores aseguran que los inversores mantienen el interés. Defienden que sus miras están puestas a medio plazo, cuando la crisis se haya superado

Imagen del aeródromo de Casarrubios, donde Air City Madrid Sur quiere levantar un segundo aeropuerto para la zona centro
Imagen del aeródromo de Casarrubios, donde Air City Madrid Sur quiere levantar un segundo aeropuerto para la zona centrolarazon

Dice Javier Gándara, presidente de ALA, la patronal de las aerolíneas en España; que ninguna compañía tiene asegurada su supervivencia ni siquiera aunque reciba liquidez para superar el la crisis del coronavirus.

El impacto de la pandemia está siendo tan demoledor que grandes compañías como Air France-KLM o Lufthansa han tenido que recibir ayudas públicas para garantizar su inmediata supervivencia. A medio plazo, las cosas tampoco serán fáciles para las aerolíneas. La falta de confianza de los viajeros para volver a subirse a un avión va a complicar, y mucho, el porvenir de las aerolíneas.

Sin aviones en el cielo, los aeropuertos también se están viendo seriamente castigados. Nadie sabe cuándo se podrá volver a volar y, por tanto, cuándo se recuperarán los niveles de tráfico previos al coronavirus. Pero a pesar de este panorama tan desolador, los promotores del que pretende erigirse como segundo aeropuerto de Madrid, Air City Madrid Sur, no arrojan la toalla. Según explican, los inversores mantienen el interés en el proyecto a pesar de que, a corto plazo, las operaciones en Madrid-Barajas seguirán hundidas y su actividad se recuperará de forma gradual.

Medio plazo

Los impulsores del plan para convertir el actual Aeródromo de Casarrubios-Álamo, a caballo entre Madrid y Castilla-La Mancha, en la segunda infraestructura aeroportuaria de Madrid aseguran que la actual situación no resta fuerza a su idea. “Nuestro proyecto es a medio plazo, pues es imposible que empiece a operar antes de 2025 o 2026”, explican. Para entonces, esperan que la situación del sector aéreo se haya normalizado. “El Covid-19 constituye un paréntesis recuperable. La demanda no se evalúa en función del virus, sino mirando con perspectiva cómo viene y hacia dónde va”. Desde esta óptica, su análisis sigue siendo el mismo que hacían antes de la pandemia: Madrid necesita otro aeropuerto para absorber el incremento del tráfico que vendrá en el futuro. Insisten, además, en que su modelo de negocio no chocaría con el de Barajas y acabaría por beneficiarle. Sus objetivos son la aviación ejecutiva y las aerolíneas «low cost». La primera, dicen, no está desarrollada en esta infraestructura. Y la segunda, no es el objetivo prioritario de un aeropuerto que funciona como un gran «hub» y que no puede operar de forma principal como uno de tipo regional, con vuelos punto a punto como los que ofrecen las compañías de bajo coste, papel que quiere jugar Madrid Sur. Según sus cálculos, una nueva infraestructura en el centro de España posibilitaría un incremento del volumen de destinos y de rutas en aproximadamente un 40% en la próxima década en la zona.

Aunque el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha volcado su actividad en las últimas semanas a la lucha contra el coronavirus, lo que a buen seguro retrasará la toma de cualquier decisión, en el Departamento no se ha descartado el proyecto de Air City Madrid Sur. En una reciente respuesta al senador del PP Juan Pablo Martín, el Ejecutivo ha asegurado que “el expediente se encuentra en fase de análisis y por tanto muchos aspectos, como las rutas de aproximación para salida y llegada, todavía han de ser concretadas”.

Madrid Sur también solventaría, según sus promotores, otra de las deficiencias del centro peninsular: la falta de un aeropuerto alternativo a Barajas para operar un vuelo comercial importante. El más cercano, Valencia, está a 350 kilómetros. Ninguna otra ciudad europea, añaden, soporta una situación parecida. Londres tiene seis aeropuertos con una ratio de 2,5 millones de pasajeros por instalación; París, tres con una ratio de 5 millones; y Madrid, uno para 12 millones.

El Ministerio de Transportes se planteó antes de la crisis del coronavirus si Madrid necesita un segundo aeropuerto. En julio del pasado año encargó un informe a la empresa de ingeniería pública Ineco para que arranque los trabajos del denominado «Plan Estratégico del Sistema Aeroportuario de Madrid (Pesam)».El plan, según explica el encargo firmado por el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, el 22 de julio, determinará «la capacidad real de las infraestructuras existentes y sus planes de ampliación con objeto de determinar si el Sistema Aeroportuario de Madrid (SAM) tendrá capacidad para satisfacer las necesidades futuras del transporte aéreo.

Entre las «soluciones posibles», abordará dos alternativas: el «crecimiento» del aeropuerto de Madrid-Barajas y/o «la necesidad de una nueva infraestructura aeroportuaria que complemente al aeropuerto de Barajas».