Coronavirus
Consejos para comprar una vivienda durante la desescalada
El confinamiento ha cambiado las necesidades habitacionales, así como el proceso de compraventa, en el que ganan relevancia las consultas virtuales
Los días de confinamiento dan mucho que pensar, reflexionar y meditar. Pensar sobre lo bien que hubiera estado tener una terraza o un pequeño jardín para pasar la cuarentena. El ajetreado ritmo de vida previo al estado de alarma restaba importancia a detalles que se han magnificado estos últimos dos meses. La cocina es demasiado pequeña para preparar la comida a gusto.
En el salón, la nueva oficina de miles de españoles, entra poca luz. O la habitación de los niños se les queda pequeña, algo en lo que hasta ahora no habían reparado. Más de 60 días de encierro han sido más que suficientes para que numerosos inquilinos refuercen la idea de que la casa donde residen no satisface sus necesidades y den el paso a adquirir una nueva vivienda que sí las cumpla.
La firma en servicios inmobiliarios Solvia subraya que, pese a que el precio medio de la vivienda cerró 2019 con un incremento internanual del 4%, se está comenzando a observar un ajuste de precios en la oferta de inmuebles, o al menos así lo percibe la mitad de la población española, según los datos de abril del CIS. El mercado está plagado de buenas oportunidades de compra y en el mes de abril de 2020, el 9% de los españoles se plantearon dar este paso, especialmente los jóvenes de entre 25 y 34 años y los residentes de grandes municipios. Llegada la hora de visitar un inmueble y adquirirlo los pasos básicos no han cambiado, pero las medidas de contención del Covid-19 han ocasionado que el sector se reinvente y que muchas de sus novedades afecten al proceso de compraventa. Los expertos de Solvia analizan qué tener en cuenta a la hora de adquirir un inmueble durante los próximos meses.
¿Cómo buscar la vivienda adecuada?
Realizando una investigación virtual previa para concertar una entrevista. Solvia recomienda hacer uso de las herramientas online disponibles (planos 3D de las viviendas, virtual tours, vídeos y fotos en buena calidad...) para evitar desplazamientos innecesarios que pongan en riesgos la salud de los compradores y trabajadores. Además, es necesario conseguir un equilibrio entre los estándares habitacionales ideales establecidos desde un principio y el presupuesto del que se dispone. Más allá de la propia vivienda, también es importante evaluar el entorno donde se ubica. Saber si en el barrio hay centros sanitarios cercanos, transporte público, tráfico, colegios, parques, comercios y restaurantes, entre otros servicios.
¿Qué tener en cuenta durante las visitas?
A pesar de la situación actual, es probable que se tengan que visitar numerosos inmuebles antes de descantarse por el definitivo. Por este motivo, será fundamental ser cuidadosos con las medidas de seguridad impuestas y aprovechar al máximo cada visita, fijándose bien en determinados aspectos como la orientación, aislamiento, posibles humedades, estado de conservación, instalaciones, consumo energético o antigüedad. Si el inmueble resulta de interés para su adquisición, llega el momento de obtener los primeros documentos, entre ellos: la nota simple de la vivienda, un certificado por parte de la comunidad que acredite que el vendedor está al corriente de pago, el estado de cargas del inmueble y los últimos recibos de agua, luz y gas o el certificado de eficiencia energética. Todos ellos pueden conseguirse de forma online.
¿Cómo calcular el presupuesto?
Los ahorros y la financiación son los dos grandes pilares. El primero de ellos permite hacer frente a la entrada y los gastos de compraventa. El segundo, es decir, la solicitud de una hipoteca, normalmente servirá para financiar el 80% del inmueble. Aunque la financiación no se sabrá a ciencia cierta hasta tener la vivienda identificada, existen algunos cálculos rápidos para establecer un presupuesto, como, por ejemplo, multiplicar por cuatro los ingresos brutos anuales familiares.
¿Cómo encontrar la hipoteca con las mejores condiciones?
Comparar es uno de los factores clave. Aunque Solvia señala que la oferta ahora mismo es más o menos similar en casi todas las entidades -interés a tipo fijo en torno al 1,5% y el variable al 0,9% más el euríbor-, lo que cambia son los productos vinculados. Para tener todas las opciones sobre la mesa, los futuros propietarios pueden recurrir a las consultas telemáticas para saber qué les ofrecen las distintas entidades sin salir de casa. También se puede hablar en remoto con los gestores de hipotecas para una orientación y saber si el pago de una vivienda determinada es viable.
¿Podemos permitirnos comprar?
Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) están a la orden del día, al igual que las reducciones de jornada o los contratos que han quedado sin renovar. En este contexto de incertidumbre, será muy importante valorar si el pago de una vivienda es viable a medio y largo plazo en función del contexto económico particular y de la estabilidad laboral.
¿Cuál es la vivienda que más se adapta a mis necesidades?
Las prioridades han cambiado durante el confinamiento y han surgido nuevas necesidades habitacionales. Rasgos que antes quedaban en un segundo plano -por detrás de los metros cuadrados, la altura, ubicación en zonas céntricas o contar con piscina comunitaria-, ahora han ganado popularidad como los espacios abiertos, zonas exteriores como terraza o balcones, luz natural, eficiencia energética, materiales de construcción libres de tóxicos... Además, Solvia también destaca la importancia del teletrabajo a la hora de elegir una vivienda. El trabajo desde casa permite reducir los desplazamientos y amplía el abanico de búsqueda a las zonas periféricas, donde es posible dar con todas estas características a un precio más asequible.
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