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Los 3.750 millones que ofrece Sánchez para relanzar el sector del automóvil son solo un tercio de los necesarios

La industria de la automoción demanda 10.000 millones de euros para salvar la producción y el empleo

La declaración del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que ayer anunció un plan de ayudas a la automoción por importe de 3.750 millones de euros ha dejado bastante frío a los directivos del sector, que habían presentado ante el Ejecutivo de coalición un programa urgente de inversiones que supondrían en torno a 10.000 millones de euros. Estimaban los responsables de las empresas del motor radicadas en suelo español que si el Gobierno va a recibir unas cantidades del orden de 150.000 millones de los fondos de la Unión Europea, no parecía exagerado destinar al menos el 7% en un sector que representa el 10% del PIB nacional, el 9% del empleo y es el segundo en importancia en la balanza nacional de pagos, ya que exporta el 83% de su producción.

Lo que hasta el momento se extrae del plan que presentará el Gobierno hoy mismo es que los empresarios de la automoción alaban el hecho de que haya un programa de ayudas para la renovación del parque automovilístico nacional, el segundo más viejo de Europa tras Grecia, y que tiene una antigüedad de 12,5 años. De hecho, ya estaba previsto un «Plan Moves», dotado con 65 millones de euros, para la promoción del coche eléctrico. Unas ayudas que deberían haberse anunciado en el Consejo de Ministros de la semana pasada, pero que se postergaron para incluirlas en el plan general para el sector.

También se alaba que en el nuevo plan de relanzamiento vayan a incluirse ayudas para los automóviles que cumplan las normas de bajas emisiones, independientemente de que lleven motores de gasolina o de gasóleo, ya que lo importante es el objetivo de la descarbonización y de la renovación del parque en circulación con criterios de independencia tecnológica.

Se cree que, dentro de este programa de ayudas, se pondrá en marcha un plan al estilo de los últimos «Pive», cuya dotación mínima debería ser de, al menos, 250 millones de euros, para tratar de impulsar un mercado paralizado desde hace tres meses y que, como reconoce el Ejecutivo, resulta muy productivo, ya que cada euro invertido en él tiene un retorno de 3,7 euros en el resto de la economía, muy necesitada de efectivo «circulante» que dinamice todos los sectores paralizados por la epidemia.

La falta de concreción de las palabras de Sánchez, que solo anunció el monto total del plan, pero no sus características, deja la incógnita de si están preparadas dentro de este plan ayudas a los pequeños empresarios y autónomos, a las redes comerciales que llevan tres meses paralizadas, o a las fábricas establecidas en España en forma de beneficios fiscales o rebajas en la tributación. También están en el aire las inversiones en planes de mejora de infraestructuras para la exportación o rebajas en algunos costes, como la electricidad. Algo que aguardan con expectación las 17 plantas de producción establecidas en nuestro país.