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Italia aparta a los Benetton de sus autopistas por el desastre de Génova

El Estado asume el control y echa a los empresarios del Consejo. Atlantia celebró ayer la decisión del Ejecutivo italiano con una subida en bolsa del 26%

Imagen del puente de Génova que se desplomó
Imagen del puente de Génova que se desplomóAntonio CalanniAP

El 14 de agosto de 2018 no sólo se vino abajo el puente de Génova. Algo más se quebró en Italia, que vio cómo el Gobierno y la familia Benetton, uno de los clanes empresariales más poderosos del país, rompían tras décadas de entendimiento. El Movimiento 5 Estrellas (M5E), antes en el Ejecutivo con la ultraderechista Liga y hoy con el socialdemócrata Partido Democrático (PD), reclamó entonces la renacionalización de las carreteras. No ha cesado la batalla política en estos dos años, pero ayer la línea del M5E terminó imponiéndose, con matices. El Estado italiano controlará la gestión de la mayor parte de la red vial, con el 51% del accionariado de Autopistas de Italia en manos de la Caja de Depósitos y Préstamos, de propiedad pública. Mientras, los Benetton, tendrán que reducir su participación por debajo del 10% en los próximos meses, lo que les impedirá sentarse en el Consejo de Administración de la compañía.

Así pues, el Gobierno no le retira la concesión a la familia de empresarios, como quería el M5E, pero diluye su presencia en Autopistas de Italia y les despoja en la práctica del control del negocio más rediticio para sus arcas. Hasta ahora, Atlantia, controlada por los Benetton, tenían un 88% de Autopistas, que será una compañía cotizada en Bolsa. Atlantia es a su vez socia de ACS, ya que en 2018 ambas empresas acordaron la compra de Abertis, creando la mayor concesionaria mundial de autopistas. Queda por ver si la pérdida del negocio local afecta a su alianza con la constructora española, aunque Atlantia celebró ayer la decisión del Ejecutivo italiano con una subida en Bolsa del 26%.

La línea que se impuso fue finalmente la del primer ministro, Giuseppe Conte, que se había propuesto satisfacer las pretensiones del M5E, sin desairar al resto de partes. Unos días antes había dado un ultimátum a Atlantia, a la que acusó de estar «tomando el pelo» al Ejecutivo y les amenazó con retirar la concesión si no aceptaban tener una cuota residual en la compañía ahora controlada por el Estado. La empresa no sólo cedió, sino que aceptó pagar una compensación de 3.400 millones por la tragedia de Génova. El acuerdo quedó rubricado en un Consejo de Ministros que empezó la noche del martes y terminó el miércoles.

Conte, por tanto, se apunta una victoria. El PD, que mantenía una línea más conciliadora, entiende que se trata de una buena solución, ya que el asunto dividía además a los socios de Gobierno. Los italianos pagarán menos por los peajes. Y mientras, los Benetton, los grandes perdedores de esta batalla, podían haber salido aún peor parados. Las infraestructuras suponen un 46% de un imperio que empezó hace medio siglo como un negocio textil, por lo que se resentirán en su cuenta de resultados.