PIB
España pierde en tres meses la riqueza de 14 años y 3,4 millones de puestos de trabajo
El coronavirus desploma el PIB un 22% en el segundo trimestre. Es el mayor hundimiento de la historia. El país entra en recesión por tercera vez desde 2008
Pedro Sánchez no se cansaba de repetir durante sus intervenciones durante el estado de alarma que España estaba «en guerra» contra el coronavirus. Y aunque es cierto que no ha habido destrucción material, como en un conflicto bélico, la crisis de la Covid-19 se ha cobrado miles de muertos y un alto coste económico. Tan alto, que se no se recuerda un desplome tan agudo de la economía precisamente desde la última gran conflagración en la que España estuvo inmersa, la Guerra Civil.
Entre abril y junio, coincidiendo con el confinamiento para detener la pandemia, la economía española se desplomó un 22,1%con respecto al mismo trimestre del año anterior como consecuencia de la paralización de la actividad que provocó la reclusión en sus hogares de la mayoría de los españoles, según el avance de Contabilidad Nacional Trimestral que elabora el INE. En términos trimestrales, el retroceso fue del 18,5%.
El del segundo trimestre del año es el mayor desplome interanual del PIB de toda la serie histórica desde que el INE comenzó a recopilar los datos. Para encontrar el anterior récord hay que remontarse hasta el segundo trimestre de 2009, cuando la economía española bajó un 4,4% interanual, a años luz del hundimiento de este ejercicio. Para hacerse una idea de la magnitud del retroceso, baste decir que el PIB a precios corrientes registró una disminución de 244.877 millones de euros, con lo que retrocedió a niveles de hace 14 años. Concretamente, no se registraba un valor tan bajo desde el segundo trimestre de 2006.
Tercera crisis en 12 años
Con la caída de la economía registrada entre abril y junio, España entra en recesión técnica, al sufrir un retroceso del PIB durante dos trimestres consecutivos. Se trata de la tercera en apenas doce años tras las dos que provocó la conocida como Gran Recesión de 2008. La primera se inició en el cuarto trimestre de 2008, saliendo de ella en el segundo trimestre de 2009; y la segunda en el segundo trimestre de 2011. De esta última crisis no se logró salir hasta el cuarto trimestre de 2013.
El confinamiento y las restricciones de movilidad introducidas para frenar el avance de la pandemia colapsaron uno de los principales motores de la economía española, la demanda nacional. En términos interanuales, se desplomó 19 puntos, con un descalabro nunca antes conocido del 25,7% del consumo de los hogares. La inversión también registró en el segundo trimestre un recorte histórico del 25,8% respecto a 2019, con caídas superiores al 30% tanto en el caso de la inversión en vivienda como en maquinaria y bienes de equipo.
Exportaciones
El sector exterior también se vino abajo por el confinamiento. Las exportaciones e importaciones se desplomaron un 38,6% en el primer caso y un 33,1% en el segundo. En lo que se refiere a las ventas al exterior, venían de retroceder un 6,1% en el trimestre anterior, mientras que las compras se habían contraído el 5,5% en el primer trimestre.
El INE asegura en su nota que la situación provocada por el coronavirus hace que ciertas variables, como las horas efectivamente trabajadas, sean más relevantes a la hora de medir la evolución del empleo. Así, el empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, retrocedió un 24,8% con respecto al mismo periodo de 2019. Por su parte, los puestos equivalentes a tiempo completo también bajaron un 18,5%, lo que supone que en un año se han destruido casi 3,4 millones de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.
Salvo la agricultura, todas las ramas de actividad presentaron en el segundo trimestre un peor comportamiento interanual que en el anterior, destacando la construcción, cuyo valor añadido bruto se hundió un 29,9%, frente a la bajada del 7,3% del trimestre anterior. La industria registró una contracción del 23,8% (-6% en el trimestre anterior) y los servicios, del 22% (-3,1% en el trimestre anterior). La agricultura fue el único sector que aumentó su valor añadido bruto, un 7,4%, muy por encima del 0,3% del trimestre anterior. En el segundo trimestre, todas estas ramas destruyeron empleo, especialmente la construcción, que redujo el empleo un 20% respecto al primer trimestre (-3,9% en el trimestre anterior). Por su parte, los servicios registraron un descenso trimestral de la ocupación del 19,5% (-0,1% en el primer trimestre); la industria, del 14,8% (+0,8% en el trimestre anterior), y la agricultura, del 7,5% (-7,2% en el primer trimestre).
Si se miden las horas trabajadas por sectores, la construcción presentó en el segundo trimestre una caída interanual del 32,2%, en tanto que los servicios recortaron las horas trabajadas un 25,5% y la industria, un 20,9%. La agricultura moderó su descenso respecto al trimestre anterior, con una disminución de las horas trabajadas del 9,3%.
La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo se situó en el -4,4% y la productividad por hora efectivamente trabajada registró un avance del 3,6%.
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