Seguridad Social
La cafetería del Ministerio de Escrivá se queda sin techo
«No es por las obras. Ahí justo no se tocó y habría sido conveniente», admiten sus asesores
El techo de la cafetería de la nueva sede del Ministerio de Seguridad Social, situado en la madrileña calle de José Abascal 39, se desplomó, sin que nadie lo detectara, hace unos días. Afortunadamente, el trágico suceso ocurrió el último fin de semana de febrero cuando el local estaba cerrado, lo que evitó, sin ningún género de duda, que hubiera heridos o, aún peor, víctimas mortales. Fuentes del Departamento de José Luis Escrivá consultadas por LA RAZÓN achacan este derrumbe del techo de la cafetería, de unos 130 metros cuadrados, a las obras realizadas durante unos meses en este palacete para acondicionar el recién estrenado despacho de Escrivá. Estas obras comenzaron hace casi un año cuando el ex presidente de la Airef decidió trasladarse de sede con la separación de competencias del antiguo Departamento de Seguridad Social y Trabajo. El ministro no deseaba compartir espacio físico con Yolanda Díaz.
Entonces, decidió reformar este céntrico palacete, antigua sede de la Secretaría de Estado de Migraciones. La reforma consistió en derribar «columnas, tabiques y algún elemento imprescindible para convertir estancias separadas por paredes y muros en salas diáfanas», una de ellas reconvertida en despacho ministerial, donde Escrivá trabaja a día de hoy con su equipo. Según aseguran fuentes de su Departamento, estas obras han dañado la estructura del edificio, lo que ha causado la caída del techo de la cafetería, que se encuentra, justo debajo de la planta en la que se sitúa el despacho-sala de Escrivá, en la que tiene una mesa su secretario de Estado de Seguridad Social. Estas fuentes resaltan que este edificio ha sufrido, a lo largo de los años, numerosas reformas y que, por tanto, estaba «en perfecto estado». Sin embargo, al derribar «elementos de sujeción cruciales para el equilibrio de la edificación el techo de la cafetería se ha visto dañado y con el paso de las semanas ha provocado su desplome», el último fin de semana de febrero pasado.
La justificación facilitada por el Gabinete de Prensa del titular de Seguridad Social dista bastante de esta versión. «El despacho del ministro ni siquiera está en ese edificio. Así que complicado que haya sido por eso», dicen estas fuentes. De esta manera, sus asesores de comunicación desmienten que la caída del techo de la cafetería haya sido debida a las obras. «Cuando se hizo la obra para hacer unas salas de trabajo en este edificio, se detectaron problemas estructurales que obligaron a ampliar la obra y el presupuesto... Desgraciadamente, no se detectaron todos los problemas estructurales que había, en concreto, los de la cafetería. Y en esa zona no se hizo reforma y, desgraciadamente, ha sucedido lo del techo. No es por las obras, sino porque ahí justo no se tocó para reformar y habría sido conveniente», reconocen a este diario estos asesores del ministro José Luis Escrivá.
En su día, estas mismas fuentes admitían a LA RAZÓN que el presupuesto se elevó por encima de los previsto por «deficiencias no previsibles antes del inicio de las obras, que afectaban al forjado, al muro de fábrica, así como a la renovación de aire en el sistema de climatización». Lo que disparó el presupuesto de la reforma por encima de los dos millones de euros, cifra que, evidentemente, con la caída del techo se ha quedado ahora corta. Según el Gabinete de Prensa de Escrivá, la cafetería ya está en servicio, “tras arreglar los problemas que hubo, desde hace una semana”. Según concretan estas mismas fuentes, “esta semana -por la presente- ha funcionado todos los días con normalidad”.
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