Sector aéreo

Las cuentas Aena, amenazadas si el tráfico aéreo no se recupera

Las inversiones comprometidas en el DORA se financian con las tarifas aeroportuarias. Si el mercado no se recupera lo suficiente y no ingresa lo previsto con las tasas, la diferencia correrá a cargo de sus arcas

El pasado mes de abril recibió la visita de 6,1 millones de turistas internacionales
El pasado mes de abril recibió la visita de 6,1 millones de turistas internacionalesCristina BejaranoLa Razón

En sólo una semana, Aena ha visto como el Congreso de los Diputados le obligaba a rebajar las rentas que cobra por los alquileres de locales en los aeropuertos para ajustarlas a la caída de la actividad, lo que tendrá un impacto en sus cuentas de 1.500 millones de euros; y el Gobierno enmendaba sus planes de subir las tarifas aeroportuarias para el periodo 2022-2026 en un 5,4% y las dejaba congeladas. Pero la decisión del Ejecutivo, basada en sus estimaciones sobre la recuperación del tráfico aéreo de los próximos años, se puede volver contra las cuentas de la compañía si no se cumplen las previsiones en un momento en el que el coronavirus todavía campa a sus anchas en buena parte del mundo y la recuperación no está garantizada.

El Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA), que establece las condiciones que deberán cumplirse en los aeropuertos de la red de Aena en materia de calidad y medioambiente, capacidad e inversiones reguladas; estipula también como debe ser la senda tarifaria para los próximos cinco años. Estos peajes son el elemento que permite al gestor aeroportuario financiar sus inversiones reguladas para conservar y ampliar sus instalaciones y su cálculo depende, fundamentalmente, de dos factores: el coste de capital y el tráfico aéreo.

Discrepancia en los cálculos

En lo que respecta al despegue del tráfico, en la fijación de las tarifas ha primado más la versión más optimista de la Dirección General de Aviación Civil, organismo dependiente del Ministerio de Transportes (Mitma) encargado de la propuesta final tras consultar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el Ministerio de Economía, Aena y las aerolíneas; que la del gestor. Los cálculos de la compañía que preside Maurici Lucena apuntan a que los aeropuertos españoles recuperarán la actividad previa a la pandemia no antes del año 2026. Sin embargo, desde el ministerio consideran que la recuperación llegará antes, a finales de 2025, lo que, entre otros motivos, le ha empujado a congelar la tarifas aéreas, tal y como demandaban las aerolíneas para estimular la recuperación.

El problema para Aena radica en que si los cálculos del Mitma no son correctos, la desviación, que impactarían en los ingresos previstos para acometer las inversiones que recoge el DORA, la tendrán que asumir sus cuentas. Como explican fuentes del departamento, las tarifas no se van a tocar en ningún caso sea cual sea la evolución del tráfico. “Es un riesgo que tiene que asumir la compañía porque las tarifas no se moverán”, aseguran estas fuentes.

Las cuentas del gestor aeroportuario todavía siguen sufriendo la parálisis parcial en la que todavía está sumido el sector aéreo. Durante el primer semestre del año, la compañía registró unas pérdidas de 346,4 millones de euros y vio cómo los 170,7 millones de euros en pérdidas a los que tuvo que hacer frente durante el mismo periodo en 2020, se doblaron. Aena tiene que afrontar esta difícil situación con poco efectivo neto a su alcance, ya que ha visto como este disminuía un 173,2% hasta llegar a los -220,3 millones de euros. Año a año, la compañía ha perdido 521,4 millones de euros respecto a los 301,1 que tenía en el mismo periodo de 2020.

Y las perspectivas de recuperación apuntan a que la recuperación, que ya se preveía lenta, podría sufrir todavía contratiempos. Aunque el sector aéreo parece que está saliendo poco a poco del túnel en el que entró en marzo del año pasado por la pandemia, su ya de por sí lenta recuperación se ha visto frenada el pasado agosto. La ola global de contagios que hubo en meses recientes a causa de la variante delta de Covid-19 motivó que los gobiernos tomaran nuevas medidas de restricción en los viajes, lo que frenó la ya antes lenta recuperación del transporte aéreo en agosto, según ha destacado en su último informe sobre la situación del sector la asociación global de aerolíneas IATA. Según su análisis, la demanda en el octavo mes del año fue un 56% menor que en el mismo mes de 2019, cuando en julio había sido sólo un 53% menor. Y en septiembre, “sigue habiendo desafíos” que siguen suponiendo un freno para el sector, como advierte el director general de IATA, Willie Walsh.