Sector aéreo

Boeing pierde 3.723 millones tras superar los problemas del 737 MAX pero aflorar los del 787

El fabricante reduce un 65% sus pérdidas en 2021, pero se ve obligado a provisiones 3.100 millones por los nuevos percances

Un Boeing 787-10 Dreamliner en la planta de la compañía en Carolina del Sur
Un Boeing 787-10 Dreamliner en la planta de la compañía en Carolina del SurRandall HillREUTERS

Superados los problemas con el modelo 737 MAXque obligaron a su retirada del servicio durante varios meses tras dos fatídicos accidentes en los que perecieron 346 personas, parecía que el horizonte se presentaba despejado para Boeing. Pero al fabricante americano, amén de la pandemia del coronavirus que ha sacudido al mundo, se le han aparecido ahora otros fantasmas en su modelo 787 que han dado al traste con su anhelada vuelta a los números negros. La compañía redujo sus pérdidas en 2021 un 65% interanual, hasta los 4.202 millones de dólares -3.723 millones de euros al cambio actual-, en buena medida por la vuelta al funcionamiento de sus aviones 737 MAX y la recuperación del mercado, según ha explicado en una nota de prensa. Sin embargo, no pudo volver a beneficios debido a los problemas que está teniendo con su modelo 787, que se encuentra paralizado por problemas de producción desde hace más de un año derivados de diversos problemas con el fuselaje y algunas de sus piezas.

La consecuencia de estos contratiempos con su modelo 787 es que Boeing no ha podido cumplir con sus plazos de entrega a sus clientes, lo que le ha obligado a afrontar importantes indemnizaciones. La compañía tuvo que realizar una dotación en el último trimestre de 3.100 millones de euros antes de impuestos por el programa 787 tras determinar que las tareas para subsanar los problemas del modelo le llevarán más tiempo del que estimaba. El programa actualmente fabrica “a un ritmo muy bajo, y seguirá haciéndolo hasta que se retomen las entregas”, según ha reconocido Boeing. La compañía ahora prevé que los costes extraordinarios del programa 787 aumenten hasta aproximadamente 1.770 millones de euros, la mayoría de aquí a finales de 2023, incluidos los 252 millones de euros registrados en el trimestre. “Aunque esto sigue afectando nuestros resultados, a largo plazo, es el enfoque correcto para crear estabilidad y predictibilidad a medida que la demanda vuelve a largo plazo”, según ha explicado David Calhoun, presidente y consejero delegado de Boeing.

La empresa registró el pasado ejercicio una facturación anual acumulada de 55.100 millones, un 7% más alta respecto a 2020, el año en el que registró las mayores pérdidas de su historia, de 10.580 millones. Calhoun consideró que 2021 ha sido “un año de reconstrucción” en el que se han incrementado la producción y las entregas del modelo 737 MAX, autorizado a volar de nuevo en casi todo el mundo tras dos accidentes. El fabricante entregó el pasado ejercicio a sus clientes 340 aviones de uso comercial, más del doble que en 2020. La mayor parte, 263, han sido del modelo 737.

En el cuarto trimestre, el más seguido por los analistas de Wall Street, la compañía tuvo unas pérdidas de 3.670 millones de euros, lo que supone una reducción del 51% frente a las del mismo tramo de 2020. Los ingresos entre octubre y diciembre fueron un 3% más bajos, hasta 13.107 millones de euros, pero Boeing arrojó un flujo de caja positivo por primera vez desde 2019, de 437 millones.