Administraciones

La deuda aumenta en 82.000 millones en 2021 pese a bajar al 118,4% del PIB

Desde que Sánchez llegó a la presidencia, los números rojos han aumentado en 7.000 millones al mes

Sede del Banco de España en Madrid
Sede del Banco de España en MadridJavier LizónAgencia EFE

Como decían Faemino y Cansado en uno de sus diálogos de humor absurdo: “Todo sube y todo baja, pero no”. Pues así está la deuda pública del conjunto de las administraciones españolas, que incrementaron en 82.000 millones durante 2021 -por los mayores gastos y los menores ingresos derivados de la pandemia-, para cerrar en 1,427 billones de euros, récord histórico en un cierre anual. Sin embargo, en términos de PIB, se redujo hasta el 118,4% del PIB, 1,6 puntos por debajo del objetivo del Gobierno, que había estimado una cifra superior, del 119,5%, según los datos publicados por el Banco de España.

Pero esta mejora sobre el porcentaje del PIB se debe únicamente a que su peso fue inferior respecto a la cifra de cierre de 2020 por el rebote económico, ya que el volumen de deuda en términos totales se incrementó en un 6,1% más. Es decir, que en términos absolutos, la deuda pública sigue subiendo. Además, esos 1,427 billones de euros suponen un récord histórico respecto al cierre anual de todos los ejercicios anteriores, aunque los números rojos finales no alcanzan la marca máxima jamás registrada, la que marco el mes de septiembre, cuando se superaron los 1,432 billones.

Desde que llegó Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno en 2018, la deuda pública se ha disparado en alrededor de 7.000 millones de euros al mes, una cifra que supera los datos de cualquier Ejecutivo anterior, incluido el de Mariano Rajoy, que afrontó la anterior crisis financiera. Desde que tomó posesión hasta el cierre del año 2021, la deuda se ha elevado por encima de los 290.000 millones de euros, una cifra que, de momento, no tiene freno.

Este incremento se ha producido pese a que la recaudación y los ingresos de las arcas públicas marcaron en 2021 un hito histórico, superando por primera vez en 223.000 millones de euros -223.385 millones para ser exactos-, un 15,1% más que en 2020 y, por supuesto, muy por encima del crecimiento anual del PIB, que finalmente alcanzó el 5%, y de las propias previsiones presupuestarias. Según ha detallado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la presentación de los datos de cierre de la ejecución presupuestaria de las Administraciones Públicas del ejercicio 2021, el déficit público se situó en 81.521 millones de euros, 31.539 millones menos que en 2020, lo que equivale a una reducción del 27,9%. Una vez incorporado el efecto de las ayudas a las instituciones financieras (donde se incluye el impacto de incorporar la Sareb al perímetro público), el déficit se situó en 82.819 millones, un 6,87 % del PIB, 3,4 puntos por debajo del de 2020. Esa cantidad coincide casi milimétricamente con la deuda generada el pasado año.

La mayor parte de esta deuda corresponde a la Administración Central, con 1,280 billones de euros, que suponen un 6,1% más respecto a 2020 y representan el 106,2 % del PIB. La deuda en manos de las comunidades autónomas creció un 2,8%, hasta los 313.000 millones (25,9% del PIB), y la de las corporaciones locales repuntó un 0,5%, hasta los 22.000 millones (1,8% del PIB). Por su parte, el saldo de deuda de la Seguridad Social se situó en 97.185 millones, con un crecimiento de sus números rojos de 11.830 millones desde diciembre de 2020.

La deuda materializada en valores -por instrumentos y plazos- a largo plazo se situó en 234.571 millones, muy por encima de los 167.076 millones del cierre de 2020. Los préstamos se situaron en 187.681 millones, algo por encima del registro de hace un año. Esta deuda materializada experimentó un crecimiento interanual del 6,5%, al tiempo que el incremento de los préstamos a más de un año se situó en el 8,5%. En cambio, los instrumentos a corto plazo cayeron un 3% respecto al año anterior. En diciembre de 2021, la deuda se encontraba materializada principalmente en pasivos a largo plazo, al representar un 93,1% del total, siendo especialmente significativo el peso de los valores a largo plazo, con un 80,3%, mientras que el porcentaje de la deuda a corto plazo era de un 6,9%.

Las comunidad autónoma más endeudada fue Cataluña, con 82.369 millones, seguida de la Comunidad Valenciana (53.820 millones), Andalucía (37.291 millones) y Madrid (34.409 millones). No obstante, en relación a su PIB el mayor endeudamiento corresponde a la Comunidad Valenciana (47,8 %), seguida de Castilla-La Mancha (36,5 %) y Cataluña (36 %). Por contra, las regiones con menos deuda fueron La Rioja (1.652 millones), Navarra (3.146 millones) y Cantabria (3.426 millones), aunque en relación a su PIB las menos endeudadas fueron la Comunidad de Madrid (14,8 %), Navarra (15,2 %) y Canarias (15,3 %). Solo cinco comunidades autónomas redujeron su endeudamiento en 2021: Asturias (79 millones menos), Baleares (115 millones), La Rioja (1 millón), Madrid (192 millones) y Navarra (471 millones menos). Las otras doce comunidades aumentaron su deuda, sobre todo Comunidad Valenciana (3.013 millones más), Cataluña (2.883 millones) y Andalucía (1.195 millones).

Respecto a las corporaciones locales, su deuda ascendió a 22.068 millones, equivalentes al 1,8 % del PIB, 123 millones más que en 2020. Las ciudades de más de 300.000 habitantes acumularon una deuda de 4.747 millones de euros hasta diciembre de 2021, 25 millones menos que en el trimestre anterior y también algo por debajo del dato de cierre de 2020. Madrid, con una deuda de 1.680 millones de euros, sigue en cabeza de las corporaciones locales más endeudadas, seguida de Barcelona, con 818 millones, y Zaragoza, con 666 millones. En el caso de Madrid ha reducido su deuda en el último año en más de 270 millones, mientras que Barcelona la ha aumentado en 17 millones. El Ayuntamiento de Alicante es el único que no tiene deuda, el de Las Palmas tan solo dos millones y el de Bilbao, 27 millones, seis más que en 2020.