Macroeconomía

La avalancha de ingresos salva las cuentas y reduce el déficit público hasta el 6,76% del PIB

Montero adelanta que la referencia de déficit para 2022 es bajar hasta el 5% del PIB

El fin del largo del largo éxodo de los españoles vagando durante meses entre restricciones y parones económicos por culpa de la pandemia parece haber llegado a su fin, al menos para la Hacienda pública, que logró el ansiado ajuste del despavorido déficit público gracias al inédito despegue de la recaudación y los ingresos en las arcas del Estado, propiciados por la el descomunal empuje de los precios en la segunda mitad del año. Así, según los datos publicados por el Ministerio de Hacienda, las administraciones públicas españolas cerraron 2021 con un déficit del 6,76% del PIB, 3,31 puntos por debajo del dato de 2020 (10,08 % del PIB, excluido el efecto de la Sareb) y 1,64 puntos por debajo de la estimación del Gobierno (8,4 % del PIB).

Si se tiene en cuenta el impacto de las ayudas a instituciones financieras -donde se incluye, desde 2020, el efecto contable de incorporar la Sareb al perímetro público-, el déficit de 2021 se situó en 82.819 millones, un 6,87% del PIB, tras corregirse un 28,1% con respecto al año anterior. El dato de déficit de 2021 está 1,6 puntos por debajo de la estimación comunicada por el Gobierno a Bruselas (8,4% del PIB), lo que, ha argumentado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, prueba su prudencia en la elaboración de sus previsiones y ofrece “margen” fiscal para abordar medidas para combatir el impacto de la guerra en Ucrania.

En ese sentido, Montero ha destacado que la extensión de la rebaja de los impuestos energéticos hasta el 30 de junio eleva el coste acumulado de esta medida desde su puesta en marcha hasta los 7.000 millones de euros y ha avanzado que si se mantuvieran todo el año -una decisión que ve “precipitada”-, la cifra se elevaría a 12.000 millones. La referencia de déficit para 2022 -un ejercicio en el que las reglas fiscales europeas continúan suspendidas, lo que implica que no hay incumplimientos ni sanciones- es del 5% del PIB, una meta que, a pesar de la incertidumbre, “el Gobierno estaría en condiciones de cumplir”, según Montero.

La administración central asumió la mayor parte del déficit -72.133 millones, un 5,99 % del PIB-, debido a que el Estado decidió asumir la mayor parte del impacto de la pandemia. La reducción del déficit público del Estado -1,52 puntos menos que en 2020-, se debió en su mayor parte, según Montero, a la propia recuperación económica, que se tradujo en un aumento de la recaudación tributaria. La Agencia Tributaria recaudó un máximo de 223.385 millones de euros en 2021, un 15,1% más que en 2020.

La Seguridad Social registró un déficit de 12.325 millones, un 1,02% del PIB, con una rebaja de 1,6 puntos, gracias, ha detallado Montero, a la buena marcha del empleo y la subida del salario mínimo, que repercuten en las cotizaciones; a las mayores transferencias del Estado y a la racionalización del gasto.

Las comunidades autónomas cerraron 2021 prácticamente en equilibrio presupuestario -un déficit de 334 millones, el 0,03 % del PIB, lejos del 0,22 % del PIB de 2020- por las transferencias de la Administración Central y la gestión de los gobiernos económicos. Las corporaciones locales lograron un superávit de 3.271 millones, un 11,9 % más que en 2020 y equivalente al 0,27 % del PIB.