Sesión de control

Calviño reconoce que la situación “es muy difícil” pero será más prudente que el Banco de España en ajustar el PIB

Defiende en el Congreso que prevé que España crecerá el doble que la media europea

(I-D) El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; y la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz
(I-D) El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; y la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda DíazEduardo ParraEuropa Press

“La situación es muy difícil” y por ello vamos a ser “más prudentes” que el Banco de España en “algunos de los elementos que ha publicado” en la revisión a la baja de sus previsiones de crecimiento. De esta manera, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, reconoció en el Pleno del Congreso que reconfigurará a la baja las previsiones de crecimiento para este año, pero lo hará en menor medida que ayer los hizo el supervisor bancario, que rebajó sus estimaciones del PIB del 5,4% al 4,5% para este año -el Gobierno mantiene todavía el crecimiento en el 7%-, con una inflación media al 7,5%, y un alza del PIB del 3,9% al 2,9% el año siguiente. Aún así, la vicepresidenta reivindicó que el crecimiento será “prácticamente el doble” al previsto para la media de la Unión Europea.

De esta manera respondió al diputado del PP Mario Garcés, quien ha reprochado a la vicepresidenta que con sus medidas “España se sumerge en los fantasmas de finales de los años 80″ y recupera “aquellas situaciones extremas que pensábamos que no íbamos a volver a ver: escasez, déficit e inflación. Usted ya forma parte de la peor historia del socialismo español”. Para Garcés, “las familias luchan por sobrevivir en un mar de incertidumbre”, ha dicho el diputado popular, que la ha acusado tener a España “asistida artificialmente por el Banco Central Europeo” y a llevar al país a una situación de “precolapso”, con un aumento del gasto público de 75.000 millones, una deuda 256.000 millones mayor y una inflación al 9,8%, ha dicho, reprochando además una “mayor presión fiscal”.

También pintó un escenario de “escasez, déficit e inflación, frente al cual ve a Calviño y su discurso como “la síntesis perfecta de la impotencia y de la prepotencia”. “Eso no es ni Putin ni Franco. Acabarán fuera del Gobierno”, le ha espetado. quien ha lamentado que el Ejecutivo haya incrementado el gasto público, la deuda pública y la presión fiscal”, todo ello con una inflación que se sitúa en el 9,8%.

Ante estas palabras, Calviño ha acusado al PP de estar “en un bucle destructivo” y no hacer ninguna propuesta constructiva, al tiempo que ha recordado que antes de la guerra “las previsiones de crecimiento de España eran muy superiores a la media europea” y que se ha reducido la deuda y el déficit. “Me parece asombroso que se atreva a hablar de temas fiscales”, ha replicado la titular de Economía, reivindicando una reducción de la deuda y déficit un año después de la pandemia, rebajando incluso el objetivo de déficit, y “después de asumir el coste del ‘banco malo’ creado bajo un Gobierno del PP”.

Durante la sesión de control, Calviño también ha enfrentado preguntas de Vox y Ciudadanos, que le han exigido, entre otras medidas, ajustar los tramos del IRPF a la evolución de la inflación para evitar que las subidas de sueldo para compensar el incremento de precios no impliquen una mayor carga tributaria.

Una petición no contestada por la vicepresidenta económica, que primero ha señalado cómo otros países europeos presentan mayores índices de inflación -Países Bajos al 11,9%, Letonia al 14,8% y Lituania al 15,6%, ha dicho- y después ha puesto en valor las medidas adoptadas por el Gobierno en su plan de choque, con medidas a corto y medio plazo, para intentar “alcanzar cuanto antes el pico de la inflación e iniciar la senda descendente”.

Calviño también ha negado que España esté en riesgo de estanflación, “como dice el Partido Popular”, ya que la economía crece a pesar del contexto de guerra y el país experimenta una buena evolución del mercado de trabajo. La ministra ha explicado que la estanflación es una situación económica caracterizada por un estancamiento del crecimiento, a la vez que persiste el alza de los precios y el aumento del desempleo, y a su juicio “difícilmente podemos describir la situación económica” de España con esa palabra.

La economía española creció un 5,1% en 2021 y es normal que en una situación de guerra haya “una previsión a la baja”, ha dicho Calviño, quien ha querido dejar claro que este conflicto “no pone en riesgo la recuperación de España” y que así lo indican previsiones como la del Banco de España difundidas este martes. El diputado popular Jaime de Olano ha asegurado que el Estado ha recaudado 6.000 millones de euros extra como consecuencia de la inflación en solo dos meses, por lo que tiene margen para aliviar la carga fiscal de los españoles y ha añadido que la inflación “se come” los ahorros de la ciudadanía por un importe que este año será de “entre 70.000 y 94.000 millones”.

Por otro lado, Calviño, cree “que la tasa de paro estará este año por debajo del 13%”, por lo que el Gobierno espera que la tasa de paro se sitúe este año “por debajo de los niveles que prevé el Banco de España”, que ayer, martes, actualizó sus proyecciones macroeconómicas y situó la tasa de paro en el 13,5% de media anual, siete décimas menos respecto a la anterior previsión del organismo.

El Gobierno reflejó en el plan presupuestario remitido a Bruselas el pasado mes de octubre que la tasa de paro sería del 14,1% en 2022 y a lo largo del año “se prevé alcanzar tasas de paro trimestrales similares a las registradas en 2019″. Calviño repasó la “buena situación” del mercado de trabajo y destacó que en marzo la contratación indefinida supuso el 31% del total de contratos firmados, el triple que la media de marzo antes de la reforma laboral, y la ocupación superó en “casi 600.000″ personas los registros previos a la pandemia.