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Rusia entra en impago de su deuda externa

S&P asegura que el país ha declarado la suspensión de pagos selectiva. Moscú dispone todavía de un periodo de gracia de treinta días para abonar el dinero

Una oficina de cambio de Moscú muestra el valor del rublo con respecto al dólar y el euro
Una oficina de cambio de Moscú muestra el valor del rublo con respecto al dólar y el euroPavel GolovkinAgencia AP

Rusia se acerca al abismo financiero. El país de Vladimir Putin ha declarado la suspensión de pagos de parte de su deuda externa al no aceptar sus acreedores cobrar en rublos, según ha asegurado este lunes la agencia de calificación Standard and Poor´s en un comunicado.

Rusia, que tiene sus cuentas en dólares bloqueadas en Estados Unidos por orden del Gobierno, y también en otros países -aunque en cuantía menor- ha tratado de pagar con rublos sus bonos con vencimiento del 4 de abril, pero los inversores se han negado a aceptarlo ante la práctica imposibilidad de convertir los rublos en divisa. Según S&P, esto equivale a un “impago selectivo” (”selective default”), que se declara cuando un país, institución o empresa no hace frente a alguna de sus obligaciones pero no de su deuda global. En teoría, Rusia tiene aún un llamado “periodo de gracia” de treinta días desde esa fecha del 4 de abril para efectuar sus pagos de capital e intereses, pero S&P considera muy improbable que le pueda servir. “No esperamos en este momento que los inversores consigan convertir los pagos en rublos a dólares por un monto equivalente a las cantidades debidas, ni que el Gobierno pueda convertir esos pagos en ese periodo de treinta días”, afirma la empresa.

Standard and Poor´s razona que esto se debe a que las sanciones contra Rusia probablemente van a endurecerse en las próximas semanas, “obstaculizando la voluntad rusa y su capacidad técnica de cumplir los términos y condiciones para honrar sus obligaciones”.

Batalla en los tribunales

La que parece inevitable suspensión de pagos estrangulará todavía más las finanzas y la economía rusas, ya muy debilitadas por la guerra. Consciente de ello, el Gobierno de Putin se está preparando para dar también batalla en este frente. Aunque, en este caso, en los tribunales. El Kremlin aseguró ayer, horas antes de que S&P difundiera su nota, que tomará las medidas legales necesarias ante los tribunales correspondientes en caso de declararse el impago de su deuda soberana, al considerar que ha sido forzado artificialmente ya que el país ha tomado «de buena fe» las medidas necesarias para cumplir sus obligaciones frente a sus acreedores.

«Demandaremos», advirtió en una entrevista con el diario ruso «Izvestia», el ministro de Finanzas de la Federación Rusa, Anton Siluanov, en la que defendió que Rusia intentó «de buena fe» pagar a los acreedores externos transfiriendo las cantidades correspondientes en moneda extranjera en pago de la deuda. «La Federación de Rusia, como prestatario confiable, hizo todo lo posible para pagar los eurobonos en las monedas en las que tomamos prestado, es decir, principalmente en dólares», dijo. «Sin embargo, la política consciente de los países occidentales es crear artificialmente un incumplimiento por todos los medios», aseguró, en referencia a la congelación de las cuentas en moneda extranjera de Rusia para que no se realizasen los pagos de las liquidaciones a los bonistas.

«Presentaremos ante el tribunal nuestras facturas que confirmen nuestros esfuerzos por pagar tanto en moneda extranjera como en rublos. No será un proceso fácil. Tendremos que probar activamente nuestro caso, a pesar de todas las dificultades», expuso el ministro, advirtiendo de que no será un proceso fácil, ya que hay dudas sobre la objetividad de la justicia en occidente.

De este modo, Siluanov subrayó las diferencias con la situación registrada en Rusia en 1998, cuando el «default» reflejaba la situación fielmente ya que el país no podía pagar sus deudas y carecía de divisas, mientras que en la actualidad, a pesar de que las reservas de oro y divisas están congeladas, «siguen llegando», pues los pagos por las exportaciones de energía «prácticamente no han cambiado», ya que, si bien el volumen de suministro ha bajado algo, los precios subieron.

Por otro lado, el ministro ruso de Finanzas anunció que Rusia no necesita acudir a los mercados de capitales para financiarse por lo que no tienen previsto emitir deuda este año. «No necesitamos pedir prestado en los mercados ahora», destacó Siluanov, recordando que el país ha decidido que todos los ingresos, incluidos los procedentes del petróleo y el gas, financien los gastos y el pago de las obligaciones, tanto internas como externas. «No planeamos ingresar al mercado este año. No tiene sentido, porque el coste de tal préstamo sería cósmico», dijo el ministro ruso, quien consideró que la vuelta de Rusia a los mercados extranjeros en un futuro próximo «es casi imposible», por lo que sus emisiones se limitarán a inversores nacionales.