Macroeconomía

El Gobierno se toma más tiempo para presentar el cuadro macro: “Aún tenemos margen”

Debe presentar el Programa de Estabilidad 2022-2025 a Bruselas antes del 30 de abril. “Es un documento muy grande que necesita muchos ajustes”, justifican

Más malas noticias, Gobierno impasible
Más malas noticias, Gobierno impasibleJorge ArmestarEuropa Press

“Es un documento muy grande que necesita muchos ajustes, por lo que estamos ultimando el documento final. Como no tiene que pasar por el Consejo de Ministros aún hay tiempo de sobra para presentarlo en fecha, así que no hay nada extraño en la decisión de aplazar la presentación del nuevo cuadro macro. Tenemos margen”. De esta forma, fuentes ministeriales confirmaron a LA RAZÓN el aplazamiento de las nuevas previsiones macroeconómicas, incluidas en el Programa de Estabilidad 2022-2025 que el Gobierno debe remitir a Bruselas antes del 30 de abril.

Esta revisión contendrá el ya anunciado recorte de las previsiones para el PIB en 2022 por la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y por el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que confirmaron durante la última semana que habrá una revisión a la baja para este año por el impacto de la guerra de Ucrania y la escalada de precios, que han disparado las estimaciones de inflación.

Según fuentes gubernamentales consultadas por LA RAZÓN, la intención del equipo económico del Ejecutivo es mantener intacta su brújula económica, por lo que realizará un “ajuste prudente” para evitar “tensiones agregadas” en un marco económico “ya de por sí complicado” y que puede “empeorar en el corto plazo”. Por esta razón, Calviño intentará hasta el último momento que el recorte al crecimiento de este año no supere los dos puntos y se quede en torno al 5% –”incluso por encima”, defienden otras fuentes autorizadas–. Como reconoció la semana pasada, España será “la economía que más crezca este año en la eurozona”.

Sin embargo, la ministra tiene muy presente que el FMI ya recortó en un punto sus estimaciones, hasta el 4,8%, aunque las situó por encima del resto de grandes economías del euro. Más duros fueron el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). El supervisor bancario recortó su previsión al 4,5% y elevó la inflación media al 7,5%, mientras que la Autoridad Fiscal rebajó sus estimaciones para el PIB en 2022 aún más, al 4,3%, y situó en el 6,2% la inflación. Ante esto, ha reiterado que “nosotros seremos más prudentes, tenemos margen para ello”.

Calviño se mantiene así fiel a sí misma, obviando las constantes presiones sufridas durante los últimos meses, con rebajas constantes de las previsiones por parte de instituciones como las citadas o las de la OCDE. Desde el Ministerio siempre se han querido evitar las constantes revisiones macroeconómicas para no potenciar la incertidumbre el el temor al estallido de una nueva crisis sin control. Por ello, aunque sabedores de que ese 7% de crecimiento para este año era indefendible en la actual situación, han esperado con paciencia a actualizar el cuadro macro cuando toca: este mes, coincidiendo con el Plan de Estabilidad, y en el último trimestre para elaborar los Presupuestos del próximo año.

La vicepresidenta económica volverá a agarrarse a los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia -que canalizará 140.000 millones hasta 2026- para mantenerse firme y rebajar lo mínimo sus proyecciones, ya que los 24.000 millones que tiene previsto movilizar durante el primer semestre del año mantendrá la “velocidad crucero” de la actividad económica, como reconoció hace unos días. En esta línea, el Gobierno ya ha confirmado que solicitará el segundo desembolso, 12.000 millones de euros, ligados al cumplimiento de algunos de los hitos de mayor trascendencia del Plan de Recuperación. Además, Calviño cuenta con la carta de los préstamos vinculados a los Next Generation EU, de los que España podría recibir hasta 70.000 millones.

Por tanto, con este colchón intentará reajustar al máximo déficit y deuda. Respecto al primero, los Presupuestos marcaban que se rebajaría al 5% este año, un punto menos el que viene (4%) y el 3,2% en 2024, afirmación que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ve factible alcanzar e “incluso mejorar” gracias al plan de choque para hacer frente a la crisis derivada de la guerra en Ucrania. En cuanto a la deuda, la última intención del Ejecutivo apuntaba a que debería bajar hasta el 115,1% desde el 119,5%. Igual línea descendente auguran para la tasa de paro, que en las previsiones de septiembre apuntó que se iría reduciendo hasta el 14,1% en 2022.