Energía

Tarifa regulada o mercado libre: ¿qué consumidores saldrán beneficiados del tope al precio del gas?

Solo los clientes de un mercado podrán disfrutar de la rebaja en la factura eléctrica que conlleva esta limitación

El precio de la electricidad retoma su senda alcista
El precio de la electricidad retoma su senda alcistaAlberto OrtegaEuropa Press

Este pasado 26 de abril España y Portugal alcanzaron un acuerdo político con la Comisión Europea para limitar el precio del gas a 50 euros por MWh durante los próximos 12 meses con el objetivo de frenar el coste del gas en las centrales de ciclo combinado y reducir así la factura eléctrica.

Estas denominada “excepción ibérica” establece que el precio de referencia del gas se fijará, en un primer momento, en torno a 40 euros por MWh y marcará un precio medio de 50 euros por MWh a lo largo de los 12 meses que esté en vigor. Estas cifras suponen menos de la mitad de los precios actuales del gas, que cotiza en Mibgas —el mercado ibérico— en torno a los 80 euros por MWh, con lo que el tope que se establecerá para su uso en la generación eléctrica permitirá rebajar el precio de la luz a unos 120-140 euros por MWh, frente a los más de 200 euros por MWh en que se viene moviendo actualmente el ‘pool’.

El tope fijado es inferior al que propusieron España y Portugal —30 euros por MWh—, pero aún así ayudará a abaratar la factura de la luz entre un 30% y un 40%, según los cálculos del Gobierno. No obstante, ese respiro solo lo podrán disfrutar una parte de los consumidores. El tipo de tarifa contratada —regulada o del mercado libre—, determinará si esta medida hará que su recibo eléctrico disminuya o aumente. Ante este escenario, ¿es mejor tener contratada la tarifa regulada o una tarifa de mercado libre?

¿Los beneficiados? Los consumidores del mercado regulado

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, explicó que el tope beneficiará al 40 % de los consumidores domésticos —aquellos que tienen tarifa regulada— y entre el 70% y 80% de los consumidores de electricidad de la industria, que están vinculados al precio de mercado mayorista de la electricidad.

La otra cara de la moneda: encarecimiento de la factura para los clientes del mercado libre

Está claro que los consumidores del mercado regulado se beneficiarán con esta medida, pero la otra cara de la moneda, los clientes del mercado libre, podrán verse perjudicados por la limitación.

En los días previos a la aprobación del tope ibérico, las patronales de las grandes eléctricas españolas (Aelec) y portuguesas (Elecpor), con el apoyo de Iberdrola, Endesa y EDS, se posicionaron en contra de esta medida por su impacto en los contratos a precio fijo. Según su valoración, la reducción de precios beneficiaría únicamente a los clientes con contratos en el mercado regulado y a las grandes industrias cuyas facturas están vinculadas al mercado mayorista de electricidad. En cambio, el resto de clientes domésticos (el 60%) tendrá que pagar la diferencia entre el precio tope del gas (50 euros por MWh) y al que cotice en el mercado, que se acabará reflejando en la factura eléctrica.

Tras el anuncio del acuerdo de la “excepción ibérica, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, negó que España fuera una “isla energética” y rechazó el acuerdo con la Comisión Europea para fijar un precio máximo a la generación de electricidad con gas natural de 50 euros por MWh durante un año para evitar el contagio de todo el mercado por el sobrecoste de este recurso.