Fiscalidad laboral

El Estado se queda con el 39% del salario de los españoles por impuestos y cotizaciones sociales

La carga fiscal sobre los salarios en España aumentó 28 puntos básicos en 2021, mientras que en la OCDE se redujo 0,06 puntos porcentuales. El alza de los tramos del IRPF y la reducción de las desgravaciones a planes de pensiones están detrás de este incremento

Imagen de archivo de una empleada en su puesto de trabajo
Imagen de archivo de una empleada en su puesto de trabajoEUROPA PRESSEUROPA PRESS

Los españoles sufren sobre su salario una de las mayores cargas fiscales de los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). En concreto, el 39,3% del salario de los trabajadores españoles se destinó al pago de impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social en 2021, frente al 34,6% de la media de la OCDE, según el informe ‘Taxing Wages’ publicado por esta organización. Mientras que en la OCDE la carga fiscal sobre los salarios se redujo 0,06 puntos porcentuales respecto a 2020, en España se observó un aumento de 28 puntos básicos.

En un año aún marcado por las consecuencias económicas de la crisis y por el incremento de precios, los trabajadores españoles perdieron aún más poder adquisitivo por la mayor carga fiscal sobre sus salarios. Este contexto ha dado lugar a que la Comunidad de Madrid, presidida por la líder del Partido Popular Isabel Díaz Ayuso, haya decidido deflactar la tarifa autonómica del IRPF para evitar que los madrileños paguen más impuestos. En concreto, el IRPF pesó un 11,3% sobre el salario en España, frente al 13% de la media de la OCDE. Por su parte, las cotizaciones sociales pagadas por las empresas supusieron el 23% y las abonadas por los trabajadores, un 4,9%, cuando el promedio de los miembros del ‘think tank’ de los países desarrollados se situó en el 13,5% y el 8,2%, respectivamente.

Así, España se mantuvo en el decimosexto puesto de los 38 países de la OCDE -por encima de la media, como viene ocurriendo desde hace un cuarto de siglo-, en un ranking encabezado por Bélgica, donde a los trabajadores se les retiene el 52,6% de su salario. Los belgas son los únicos que deben transferir a la Administración y la Seguridad Social una suma mayor de su salario de la que ellos reciben en neto.

Por detrás de Bélgica, los países con mayor diferencia entre salario bruto y neto son Alemania, donde se retiene el 48,1%, Austria (47,8%), Francia (47%), Italia (46,5%), Eslovenia (43,6%), Hungría (43,2%), Finlandia (42,7%), Suecia (42,6%), Portugal (41,8%), Eslovaquia (41,3%), Letonia (40,5%), Luxemburgo (40,2%), República Checa (39,9%), Turquía (39,9%) y España (39,3%). Por contra, los países de la OCDE con cuñas fiscales más bajas en 2021 eran Colombia (0%), Chile (7%), Nueva Zelanda (19,4%), México (19,6%), Suiza (22,8%), Corea del Sur (23,6%), Israel (24,2%), Australia (27,1%), Estados Unidos (28,4%) y Costa Rica (29,2%).

“La cuña fiscal -la diferencia entre el coste de mano de obra que pagan las empresas y lo que efectivamente recibe el empleado- aumentó en 24 de los 38 países de la OCDE, disminuyó en 12 y se mantuvo sin cambios en dos”, explicó la organización, añadiendo que se observaron aumentos superiores al punto porcentual en Israel (1,02), Estados Unidos (1,2) y Finlandia (1,33). En el lado contrario, los descensos fueron muy pronunciados en Australia (1,25 puntos porcentuales), Letonia (1,73), Grecia (2,23) y sobre todo en la República Checa (4,12), principalmente por rebajas en el impuesto sobre la Renta.

Alza de los tramos del IRPF y planes de pensiones

En la gran mayoría de los países en los que aumentó el pasado año la llamada “cuña fiscal”, se debió al incremento del impuesto sobre la Renta. En algunos de ellos, tras el parón por la crisis del coronavirus hubo un alza de los salarios pero, debido a la progresividad de ese impuesto, provocó un efecto aparentemente paradójico: al ganar más muchos trabajadores pasaron a estar sometidos a un tipo impositivo superior y eso al final les supuso en términos relativos un aumento de los gravámenes mayor al de las remuneraciones.

En España, en 2021 entró en vigor el alza de los tramos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para las rentas más altas. En concreto, se aumentó dos puntos del tipo estatal que grava las rentas del trabajo de más de 300.000 euros, hasta el 47%, y tres puntos para las rentas de capital de más de 200.000 euros, con un impacto de 491,4 millones de euros (144 millones en 2021 y 346 millones en 2022), de acuerdo con las estimaciones del Ministerio de Hacienda. En cuanto al Impuesto de Patrimonio, se produjo una subida del 1% para patrimonios de más de 10 millones de euros, que alcanzan un gravamen del 3,5%.

A estos cambios que ya se están reflejando en esta campaña de la Renta, hay que añadir la reducción de las desgravaciones aplicables a los planes de pensiones privados individuales. En 2021, se redujo de 8.000 a 2.000 euros el importe máximo que los contribuyentes pueden deducirse de planes de pensiones privados en el IRPF. Además, las aportaciones deducibles a planes del cónyuge también pasaron de 2.500 a 1.000 euros en 2021, unos cambios que habrá que tener en cuenta en esta campaña.