Pedro Sánchez

¡Más madera, es la guerra!

Tirón de orejas a Sánchez de Bruselas para que diseñe ya cómo reducirá el gasto y que adopte medidas para reducir la factura de las pensiones.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia CalviñoEmilio NaranjoAgencia EFE

Groucho Marx, siempre insuperable, grita aquello de «¡Más madera, es la guerra!» en una escena memorable de «los hermanos Marx en el Oeste», en la que acaban por quemar todo el tren para alimentar la máquina de vapor. Pedro Sánchez y Nadia Calviño, sin duda, también dijeron su particular «más madera» cuando la Comisión Europea anunció que mantendría en suspenso las «reglas fiscales» en 2023. Eso significa que hay manga ancha para los déficits públicos y la deuda.

En definitiva, libertad para gastar a manos llenas, que es una de las grandes esperanzas del inquilino de la Moncloa para congraciarse con el electorado antes de los próximos comicios, quizá al final de 2023. El Gobierno celebrará la relajación europea, aunque el futuro no es tan color de rosa.

La Comisión Europea también ha tirado de las orejas a España por la deuda y el paro y le reclama que diseñe ya cómo reducirá el gasto y que adopte medidas para reformar –en este caso, eso quiere decir «reducir»– las pensiones. En Bruselas, además, recomiendan a España una reforma fiscal, pero justo la contraria de la que desea el Gobierno y, sobre todo, sus socios, ya sean «podemitas» –de Irene Montero o de Yolanda Díaz, tanto monta en este asunto– o los «indepes» de Rufián.

En España, los impuestos al trabajo, al capital y al patrimonio son altos, incluso superiores a la media de los países de la OCDE, y en el caso de los de la riqueza, figuran entre los más elevados del mundo. Por el contrario, los impuestos verdes y el IVA –sí, el IVA– están muy por debajo de la media y son los que Bruselas recomienda subir.

Las sugerencias de la Unión Europea y de la OCDE coinciden con las del Banco de España, la AIREF y la práctica totalidad de los expertos. Sánchez tiene delante una hoja de ruta muy clara pero también exigente, no exenta de sacrificios, que serán dramáticos si se aplazan. La decisión depende del presidente, que piensa en las elecciones, y quizá prefiera la vía marxista de «¡Más madera»!, más gasto en definitiva. Lo que Sánchez quizá ignora es que Groucho Marx nunca dice en la película «¡Más madera!», ni en el inglés original ni en la versión española y que todo procede de un comentario de Miguel Mihura, asesor en la traducción de algunas películas de los hermanos Marx.