Energía

EE UU autoriza a Repsol a traer petróleo de Venezuela a Europa para paliar el veto al ruso

Los cargamentos permitirían reducir la deuda de 352 millones que mantienen la estatal PDVSA con la firma española

Vista de un balancín extractor de petróleo en Cabimas (Venezuela
Vista de un balancín extractor de petróleo en Cabimas (VenezuelaHenry ChirinosAgencia EFE

La petrolera italiana Eni y Repsol podrían comenzar a enviar petróleo venezolano a Europa el próximo mes para compensar el embargo europeo al crudo ruso por la invasión de Ucrania, según han asegurado cinco personas familiarizadas con el asunto a Reuters. La importación de este crudo permitiría a la petrolera estatal venezolana PDVSA reanudar el pago de la deuda que mantiene con ambas compañías con la entrega de petróleo, sistema paralizado hace dos años cuando Estados Unidos impuso sanciones comerciales a Venezuela. Una condición clave para la reanudación estas importaciones, según ha advertido uno de los consultados, es que el petróleo recibido “tiene que ir a Europa. No se puede revender en otro lugar”, sostienen.

El volumen de petróleo que se espera que reciban Eni y Repsol no es grande, según una de las fuentes consultadas. Su impacto en los precios mundiales del petróleo será modesto, añade. Pero la luz verde de Washington para reanudar los flujos de petróleo congelado de Venezuela a Europa podría proporcionar un impulso simbólico para el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

El Departamento de Estado de Estados Unidos ha dado el visto bueno a las dos compañías para reanudar los envíos en una carta, aseguran los consultados. La Administración del presidente estadounidense Joe Biden espera que el crudo venezolano pueda ayudar a Europa a reducir la dependencia de Rusia y redirigir algunos de los cargamentos que ahora mismo envía Venezuela a China. Engatusar a Maduro para que reinicie las conversaciones políticas con la oposición de Venezuela es otro objetivo, añadieron dos de las fuentes a Reuters.

Tanto Repsol como Eni tienen empresas conjuntas con PDVSA, que les adeuda importantes cantidades de dinero. En el caso de Repsol, esta deuda proviene de los préstamos realizados a la compañía venezolana para que pueda acometer las inversiones previstas en los yacimientos conjuntos que mantienen en el país caribeño. En las cuentas del pasado año la cantidad pendiente ascendía hasta los 352 millones de euros. En concreto, la empresa que dirige Josu Jon Imaz mantenía una deuda de 223 millones de euros por los préstamos y otros 129 millones de euros correspondientes al valor de las inversiones contabilizadas por el método de la participación.

Washington considera que al permitir estas importaciones PDVSA no se beneficiará financieramente ya que no hay dinero en efectivo de por medio, algo que no ocurre con las actuales ventas de petróleo de Venezuela a China, según asegura una de las fuentes. China no ha firmado las sanciones occidentales contra Rusia y ha seguido comprando petróleo y gas rusos a pesar de los llamamientos de Estados Unidos. Las autorizaciones llegaron el mes pasado, pero los detalles y las restricciones de reventa no se han informado previamente. Eni y Repsol han declinado hacer cualquier comentario a Reuters.