UE

Los Veintisiete abren la puerta a poner límites al precio del gas, pero con dudas sobre su alcance

Se allana el camino para poner límites a los beneficios extraordinarios de las eléctricas, pero no hay acuerdo para poner freno a la compra de gas ruso

Los ministros de Energía de los Veintisiete se han reunido este viernes de manera extraordinaria en la capital comunitaria con el objetivo de dar una respuesta al alza generalizada de los precios de la energía, agravada por la guerra en Ucrania y el chantaje ruso en el suministro de gas.

De momento, las capitales europeas han acordado encomendar a la Comisión Europea que presente una propuesta legislativa detallada la semana que viene, ya que hasta el momento el Ejecutivo comunitario se había limitado a presentar un menú con varias opciones sin números ni letra pequeña. Tras el encuentro celebrado este viernes, se ha allanado el camino para un posible acuerdo sobre limitar los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas tanto para las renovables y nucleares que están produciendo a un precio mucho menor como los de las centrales de gas, carbón y petróleo. El objetivo reside en que el dinero recaudado pueda destinarse a ayudar a los colectivos más vulnerables y que no pueden afrontar las exorbitantes facturas de la luz . Además, los Estados europeos también están de acuerdo en un plan de ahorro de consumo eléctrico en las horas punta, pero difieren sobre si debe haber un objetivo de carácter vinculante, tal y como quiere la Comisión. España opta por que cualquier meta se establezca de manera flexible según las peculiaridades de cada país.

La ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, con la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, en Bruselas, en una imagen de archivo
La ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, con la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, en Bruselas, en una imagen de archivoSTEPHANIE LECOCQAgencia EFE

Dentro del menú de propuestas, la que sigue más abierta sigue la de introducir un tope al precio del gas en las importaciones rusas. La Comisión Europea defiende que esta medida debe circunscribirse al gas ruso que llega a través de gasoducto ya que, al no existir infraestructuras, Moscú no puede redirigirlo a otros mercados. Aunque existe el peligro de que el Kremlin corte de cuajo el suministro a los Veintisiete si se da este paso, la Comisión Europea cree que el club comunitario pueden resistir este golpe, ya que ahora mismo el gas ruso que llega al club comunitario asciende tan sólo al 9% frente al 40% de antes de la guerra en Ucrania.

Aunque cada vez hay un número creciente de países que están de acuerdo en dar este paso, también ha aumentado el número de capitales que creen que el peso del gas ruso en el encarecimiento es cada vez menor y que, por lo tanto, hay que plantearse que el tope incluya también el gas que llega por gasoducto de países como Noruega y Argelia o el gas licuado a través de barcos metaneros. La Comisión Europea teme que una medida de este tipo ocasione problemas de suministro y que los proveedores de gas licuado se dirijan a otros países , como el mercado asiático, dónde puedan colocar gas a mayor precio.

España es cauta sobre la posibilidad de incluir el gas licuado y cree que, antes de dar pasos en falso, es necesario dialogar con los operadores para saber a qué atenerse. Para la presidencia checa, país que este semestre lidera las negociaciones, el peso del gas ruso en el encarecimiento de las facturas es más simbólico que real. Según el ministro de Energía del país, Josef Sikela, el tope del gas “es lo más complejo que tenemos que decidir. La mayor parte de los países dicen que hace falta fijar un tope, pero necesitamos algo más de tiempo para ver dónde se fija este tope y dónde se aplica”.

También se abre la posibilidad de poner en marcha una plataforma energética para que los países que así lo quieran negocien de manera colectiva los precios, ante la sospecha de que la forma en la que se establecen las tarifas no es transparente y se están alentado los movimientos especulativos. La Comisión Europea cree también que el índice holandés que se utiliza actualmente para marcar el precio del gas no refleja los precios actuales y baraja establecer un nuevo indicador propio.

Además, la Comisión Europea también ha propuesto dentro de su menú de opciones rebajar su política de ayudas de Estado para que los países europeos puedan actuar como avalistas de las comercializadoras eléctricas, que se están viendo obligadas a poner a disposición de los mercados financieros garantías que exceden su capacidad, lo que pone en peligro la liquidez en las transacciones.