Vivienda

¿Pagará alguien 250 millones por el apartamento más alto del mundo a casi medio kilómetro del suelo?

El tríplex de 1.625 metros cuadrados y una terraza de 130 metros frente a Central Park, en Nueva York, es el piso más caro de la historia en EE UU

Torre Central Park de Nueva York
Torre Central Park de Nueva Yorklarazon

Un promotor inmobiliario neoyorquino ha puesto a la venta un apartamento por 250 millones de dólares (250 millones de euros, al cambio actual), lo que lo convierte en el más caro aparecido nunca en el mercado estadounidense, según revela el diario «Wall Street Journal», que cita al promotor.

La propiedad de lujo es un tríplex situado a más de 440 metros de altura con vistas sobre Central Park, en un inmueble llamado precisamente Central Park Tower y que es a su vez la torre más alta de residencial (excluidas las de oficinas) de la Gran Manzana y, según el diario, del mundo. De hecho, esta torre y otras vecinas alineadas también sobre el extremo sur de Central Park se conocen como Billionaire’s Row (fila de los multimillonarios).

El promotor inmobiliario es Gary Barnett, a través de Extell Development. La propiedad en cuestión ocupa tres plantas, 129, 130 y 131, y tiene una superficie total de 1.625 metros cuadrados; con siete habitaciones y una espectacular escalera curvada que conecta los tres pisos, dispone además de una terraza de 130 metros cuadrados desde la que se ve casi todo Manhattan y los dos ríos que la delimitan, el East River y el Hudson.

Según un especialista en mercado inmobiliario contactado por el periódico, el precio de 250 millones de dólares es «una ganga relativamente» si se compara con el precio alcanzado por otros apartamentos en torres vecinas cuyo precio por metro cuadrado resultó mayor. El promotor insiste en la misma idea: «Hay un puñado de obras de arte que se venden por entre 100 y 200 millones. En comparación, los 1.625 metros cuadrados de acero, ladrillo y vidrio en la cima del mundo parecen una relativa ganga. Es algo único en el mundo. ¿De cuántas cosas puede uno decir esas palabras?», concluye. Lo único que falta es saber si habrá alguien dispuesto a pagar esta astronómica cifra.