Zara

Un alto cargo religioso de la Autoridad Palestina llama al boicot contra la cadena española Zara en Israel

Ha lanzado una fatua después de que el responsable de la franquicia de la marca de moda para Israel se reuniera con un diputado de la ultraderecha israelí

FILE PHOTO: The logo of the Zara store is seen in a mall at Vina del Mar
Un logo de Zara en una de sus tiendas de ChileRodrigo GarridoReuters

Si por algo destaca Zara es por su neutralidad política. Rara vez, por no decir nunca, ha habido una declaración, un comentario, un gesto siquiera que pudiera molestar a nadie por parte de su propietario, Amancio Ortega, ni por su hija ni por ninguno de los altos directivos de la marca.

Sin embargo, ahora, se han colocado en el centro de la diana, de manera colateral, después de que el dueño de la franquicia para Israel, Joey Schwebel, mantuviera una reunión con israelí Itamar Ben-Gvir, líder del partido Otzma Yehudit, Fuerza Judía.

Pese a que no se trata de un empleado de la compañía española, un alto cargo religioso de la Autoridad Palestina ha decidido prohibir toda relación comercial con la cadena de moda en represalia.

Mahmoud Habbash, juez y asesor principal de Asuntos Religiosos del presidente palestino, Mahmud Abbas, ha emitido una fatua o edicto religioso por la que impone el veto a Zara hasta que la marca retire su apoyo a Ben-Gvir con vistas a las próximas elecciones israelíes previstas para el 1 de noviembre.

El viernes circularon por redes sociales vídeos de palestinos quemando ropa de Zara y exigiendo un boicot a la empresa tras conocerse que el canadiense-israelí Schwebel acogió un acto de recaudación electoral para Ben-Gvir en su propia casa.

Entre los políticos que han publicado vídeos quemando ropa de Zara está el alcalde de la localidad israelí de Rahat, Faiz Abú Sahiben. Schwebel ha rechazado comentar esta reunión por considerarla un acto familiar privado, según recoge la prensa isarelí.

También la izquierda israelí y activistas árabes han criticado a Schwebel, criticado por sus posturas contrarias a la presencia palestina en Jerusalén. Su posición está considerada extremista hasta por ‘halcones’ de la política israelí como el ex primer ministro Benjamin Netanyahu.

“Hay quienes defienden de la tolerancia, la libertad de expresión y la democracia solo como eslóganes porque en la práctica se comportan exactamente al revés”, ha respondido el partido Otzma Yehudit en un comunicado.

En las redes sociales asociaciones de palestinos de distintos lugares del mundo, como Pakistán o Francia, han retuiteado las llamadas al boicot y, en el caso Taoufiq Tahani, presidente de honor de la Asicación de Solidaridad entre Francia y Palestina, ha pedido a Zara que se desmarque de Ben-Gvir o se convertirá “en blanco legítimo” del boicot.