sostenibilidad

Infraestructuras en el ámbito del agua para impulsar la «ecociudad»

Agbar es un grupo comprometido con las personas y con el medio ambiente que ofrece soluciones innovadoras en torno a la gestión sostenible de los recursos hídricos

El proyecto Biotop, impulsado por el Ayuntamiento de Sabadell y Aigües Sabadell, fue reconocido como ejemplo de buena práctica en sostenibilidad por la ONU
El proyecto Biotop, impulsado por el Ayuntamiento de Sabadell y Aigües Sabadell, fue reconocido como ejemplo de buena práctica en sostenibilidad por la ONUEFE

El cambio climático es una de las consecuencias de la acción humana. Se ha acelerado en los últimos años, y sus efectos inciden directamente en la calidad de vida de las personas y en la preservación de la biodiversidad del planeta, provocando numerosas pérdidas personales y materiales. España es uno de los países de la Unión Europea más afectados por el cambio climático, con una fluctuación meteorológica cada vez más frecuente y extrema, con sequías muy pronunciadas (como la que se ha vivido en estos tres trimestres del año 2022), lluvias torrenciales, inundaciones, nevadas, etc.

De todos los potenciales peligros asociados a este fenómeno, el que más nos afecta en la actualidad es la escasez del agua, que afecta ya a zonas que, como Galicia, habitualmente se distinguían por una elevada pluviosidad. La sequía pone en riesgo nuestro desarrollo socioeconómico e impacta en la calidad de vida de la ciudadanía, por ello urge tomar medidas al respecto y trabajar para desarrollar proyectos responsables con el clima, que doten de una mayor resiliencia a las ciudades y entornos rurales, lo que garantizará la disponibilidad de agua para todos.

Pero, ¿cómo afecta el cambio climático a los recursos hídricos? En primer lugar, aumentando la variabilidad del ciclo del agua, lo que dificulta la previsión de la disponibilidad de recursos, disminuye la calidad del agua y sobre todo agrava su escasez. Según previsiones de la ONU, en 2030 se estima que el 47% de la población vivirá en áreas con estrés hídrico. Esto, sumado a que nos encontramos en un proceso de crecimiento de la población mundial y con una mayor demanda de recursos y alimentos, hará que necesitemos aún más reservas de agua para agricultura, industria y las ciudades. En total, se calcula que la demanda aumentará entre un 20% y 30% hasta 2050.

La actuación de Agbar

Agbar, parte del grupo Veolia, está comprometido con las personas y el medio ambiente. Ofrece soluciones innovadoras en torno a la gestión sostenible del agua y los recursos naturales para la agricultura, la industria y las ciudades, en línea con la hoja de ruta marcada por la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. En España y América Latina, Agbar presta servicio de agua a 37 millones de personas en más de 1.200 municipios. Por su parte Veolia se posiciona como referente mundial de la transformación ecológica en los cinco continentes con más de 220.000 colaboradores. Agbar, integrada en el grupo como hub de conocimiento del agua, refuerza la actividad de agua en la compañía.

Con la base de la innovación y la digitalización, y el impulso de las alianzas, el grupo actúa en primera línea en la lucha contra el cambio climático. Mediante el desarrollo de soluciones sostenibles para avanzar en la transformación ecológica, se genera un impacto positivo en beneficio de las personas y el planeta.

En esa línea, para minimizar el impacto de los fenómenos que cada vez serán más frecuentes como consecuencia del cambio climático, Agbar ofrece soluciones innovadoras a los municipios, soluciones que van desde instalaciones vinculadas al ciclo integral del agua, el diseño y ejecución de nuevas infraestructuras más resilientes, y el desarrollo de tecnologías digitales que permiten anticiparse a estos fenómenos.

El grupo está trabajando en la implementación de las «ecofactorías», un nuevo modelo de gestión integral de las depuradoras basado en cuatro pilares, apoyados en una necesaria transformación digital de dichas instalaciones como eje transversal. Estos son: descarbonización energética, impulsando la producción de energía renovable y la eficiencia energética; reutilización del agua, ampliando la gestión y distribución de agua regenerada para nuevos usos (agricultura, industria, limpieza de calles, etc); valorización de los recursos, maximizando así el aprovechamiento de los mismos generados para nuevos usos; y unas altas exigencias de calidad para garantizar el cumplimiento de la normativa sobre el control del alcantarillado y vertido en el medio ambiente.

Gracias a esta iniciativa, Agbar contribuye a la transformación ecológica de las ciudades, creando un nuevo término: «ecociudad». Estos son modelos de urbes más resilientes y sostenibles, basados en cuatro ejes: economía circular local, a través del agua regenerada, producción de recursos para la construcción e industrias, valorización de residuos orgánicos y recuperación de suelos degradados, entre otros; descarbonización del municipio y la movilidad, con fuentes de energía generadas en depuradoras; renaturalización a través de la recuperación de zonas verdes para la ciudadanía y el desarrollo de infraestructuras verdes, con planes de acción de biodiversidad; y el cuarto eje, restauración ambiental mediante la regeneración de masas de agua, sistemas de depuración natural que protegen el medio, creación de hábitats y la gestión de humedales.

Sabadell, ejemplo de buena práctica ONU 2021

El proyecto integral Biotop, impulsado por el Ayuntamiento de Sabadell y Aigües Sabadell, empresa del grupo Agbar, fue reconocido el año pasado como ejemplo de buena práctica en sostenibilidad del Pacto Mundial de Naciones Unidas. Este proyecto pretende situar el ciclo integral del agua de Sabadell como motor de transición ecológica, digital y justa en la ciudad. El principal objetivo es descarbonizar ese ciclo, mejorando la calidad de vida de la ciudadanía.

Algunas líneas del proyecto son: transformación de las dos depuradoras en espacios Biotop basados en la economía circular, creación de 33 kilómetros de doble red de distribución de agua regenerada para riego, limpieza viaria y usos industriales, y la recuperación de los espacios verdes de la ciudad, como el corredor fluvial del río Sec.

Biotop también pone especial énfasis en la movilidad sostenible, que contempla la renovación de la flota de la compañía a vehículos ECO o de bajas emisiones, así como la instalación de una red pública de puntos de recarga para vehículos eléctricos. Además, fomenta la transformación y digitalización del ciclo del agua, el cual también tiene un peso muy relevante en el conjunto de los proyectos.

Alicante, premiada como ciudad sostenible

En 2018, Ecomed-Forum Ambiental entregó el Premio a la «Ciudad Sostenible» a Alicante en la categoría de gestión del ciclo del agua, por el proyecto de Gestión Sostenible del Parque Urbano Inundable La Marjal. Esta es una infraestructura verde destinada a aumentar la resiliencia al cambio climático en la ciudad, inspirada en los marjales.

El parque es un espacio multifuncional construido en el año 2015, como resultado de la colaboración del Ayuntamiento y la Empresa de Aguas de Alicante (Agbar), para proteger a la ciudad de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales. Para ello, el parque cuenta con 3,6 hectáreas de superficie inundable, dos colectores situados en las avenidas con tendencia a inundarse que recogen el agua y la canalizan en dos estanques del parque. Posteriormente, el agua se lleva a la planta de depuración de aguas residuales para su reutilización con fines de riego urbano principalmente.

Además, dentro del objetivo de descarbonización de este municipio mediterráneo, Aguas de Alicante está llevando a cabo en la actualidad la construcción de una planta solar de 2,45MW sobre un terreno de seis hectáreas para la generación de energía renovable. Esta iniciativa permitirá la instalación de una infraestructura de carga para la flota de vehículos de la empresa.

Ecofactoría Bio Sur de Granada

Gestionada por Emasagra (Agbar), la ecofactoría Bio Sur de Granada se ha convertido en un caso de éxito y referente de economía circular a escala internacional, ya que se ha conseguido que el 100% del agua depurada se reutilice para el riego de cultivos leñosos y mantenimiento del caudal mínimo ecológico del río Genil. La totalidad de los lodos, arenas y grasas se reutilizan como abono en agricultura y jardinería, consiguiendo un balance energético positivo y al mismo tiempo generando más energía renovable de la que se consume en la red eléctrica. En 2021, el autoabastecimiento de la instalación alcanzó el 120%. Su modelo de gestión ha sido reconocido como buena práctica por la publicación «European Circular Economy Stakeholder Platform».

En el año 2021, de los 16.905.016 m3 de agua tratada, el 74,1 % fue para la agricultura y el 25,9% restante se reutilizó para el mantenimiento del caudal mínimo ecológico del Genil, lo que constituye por tanto una reutilización del 100% del agua tratada.

Asimismo, los lodos son transformados en abono. En concreto, en 2021 se produjeron 14.879 toneladas de fango, de las cuales el 65% fue destinado a la aplicación agrícola directa y el 35% restante a compostaje.

Por último, la instalación destaca por el autoabastecimiento energético. Incluye una electrolinera, alimentada por la energía generada por la propia planta para el suministro de la flota de vehículos.