Seguridad Social

Escrivá prepara un plan para potenciar la jubilación activa y rebajar el gasto en pensiones un 1,5% del PIB

Lo quiere tener cerrado antes de final de año. Rechaza la proposición de la Comisión Europea de crear un mecanismo de sostenibilidad de carácter automático

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en el Congreso de Economía de la Longevidad, en Salamanca
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en el Congreso de Economía de la Longevidad, en SalamancaJ. M. GarcíaAgencia EFE

Objetivo: rebajar el gasto en pensiones con un plan de jubilaciones activas y parciales, además de con la potenciación de carreras laborales más largas, sobre las que no descarta ventajas fiscales. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha avanzado que su equipo ya trabaja en rediseñar un plan laboral para desarrollar programas de jubilación activa y parcial, que entrarán en el segundo bloque de la reforma del sistema de pensiones, que también incluirá el nuevo sistema de cotización que evite las actuales lagunas y que quiere tener cerrado antes de final de año.

La jubilación activa permite compatibilizar el cobro de la pensión con un trabajo por cuenta ajena o propia, mientras que la jubilación parcial es la que se produce más allá de los 60 años manteniendo un contrato de trabajo a tiempo parcial y habitualmente vinculada a un relevo. El ministro de Inclusión no ha entrado en detalles sobre estos cambios y solo ha apuntado que en España hay recorrido para mejorar estas modalidades.

Escrivá ha defendido que los incentivos para alargar la jubilación serían compensados por el ahorro en el gasto en pensiones provocado por la revalorización con el IPC, que supondrían un alivio en el sistema del 1,5% sobre el PIB, aunque la indexación a la inflación a largo plazo sumaría 2,7 puntos.

También ha defendido la sostenibilidad del sistema de pensiones y ha señalado que el aumento de gasto previsto para 2050 -cuando se afronta el pico de jubilación de la denominada generación del “baby boom”- se abordará con distintas herramientas ya en marcha, como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) o los cambios ya en marcha para incentivar las jubilaciones demoradas. En lo que va de año han aumentado un 7% las altas de jubilaciones de mayores de 65 años y se han reducido un 12% las de 61 años.

Escrivá defendió que los técnicos de la Comisión Europea con los que España está discutiendo la reforma de pensiones “se equivocan” al pedir un mecanismo de sostenibilidad de carácter automático, ya que el ministro apuesta, como establece la ley actual, por una “regla semiautomática” que llegue hasta 2032 y que luego pueda ser “reevaluada” por el Gobierno de turno y los agentes sociales en función de las circunstancias de ese momento. “Me siento muy cómodo discutiendo con la Comisión, porque me parece que lo que estamos discutiendo es un tema conceptual y creo que se equivocan”.

La reforma de pensiones del Gobierno sustituyó el factor de sostenibilidad de la ley de 2013 por el MEI, vigente hasta 2032 y cuyo fin es impulsar la sostenibilidad del sistema de pensiones. El ministro reconoció que el mecanismo anterior era automático, pero “mal diseñado” y, por tanto, “nunca se llegó a aplicar”. Por ello, sostuvo que no sirvió “de nada” que fuera automático y abogó por reglas semiautomáticas que sean “robustas” y se puedan poner realmente en marcha.

En todo caso, el ministro defendió que la Comisión Europea no está cuestionando el conjunto de la reforma del sistema de pensiones y explicó que lo único que pide Bruselas es que haya un mecanismo “que trascienda a la fecha del 2032″, por lo que “lo que ocurra entre el 2023 y el 2032 no está en discusión”. Por este motivo, calificó esta discusión como “un poco de tercer nivel”. Con todo, el titular de la cartera de Seguridad Social se mostró convencido de que finalmente habrá acuerdo con la Comisión, aunque lamentó que “nos hemos encontrado” que “los que llevan la negociación con nosotros” no “empatizan con esta forma de ver el mundo”, en referencia a que “las reglas automáticas cada vez se defienden menos”.

Asimismo, ha vuelto a insistir en que se va a cumplir la ley revalorizando las pensiones con el IPC y ha señalado que España es uno de los pocos países, junto a Grecia y Luxemburgo, que tiene la pensión máxima topada. Además, ha destacado que esta pensión máxima es la más baja de Europa, 39.446 euros anuales, y que los pensionistas sufren más los efectos de la inflación por el peso en su gasto de alimentos y energía.

El ministro auguró que el alza de las pensiones para 2023 “no va a variar mucho” del 8,5% previsto por el Gobierno, ya que la variación que pueda experimentar la inflación con noviembre no alterará de forma importante la media del IPC anual que se calculará este mes. Asimismo, estimó que en 2023 el gasto en pensiones no será “muy distinto” en relación con el PIB en comparación con este año, cuando se encuentra en torno al 12%. “Si el déficit de la Seguridad Social está básicamente convergiendo al equilibrio, quiere decir que ingresos y gastos están relativamente equilibrados en este momento”, abundó el ministro, quien comentó que la Agencia Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) espera que el déficit de la Seguridad Social sea del 0,3% dentro de un trienio.