Finanzas

Activos que protegen frente a la inflación

Las inversiones ligadas a la energía son las que generan actualmente mayor rentabilidad, según el Banco de España

Los inversores buscan activos con los que proteger su dinero
Los inversores buscan activos con los que proteger su dineroDreamstimeDreamstime

¿Qué hacer con el dinero en tiempos de inflación? Esa es, sin duda, la pregunta del millón actualmente. Y es que, en un contexto de precios disparados (el IPC se situó en España en el 5,8% en diciembre y el índice subyacente en el 6,9%, según el indicador adelantado del INE), el dinero pierde valor y los ciudadanos ven mermada su capacidad de compra.

Los inversores se enfrentan así a no pocas dificultades a la hora de sacar partido a su dinero. Y es que una inflación no esperada puede generar pérdidas en el valor real de las carteras. Ante esta situación, muchos ahorradores desean cubrirse buscado alternativas que actúen como escudo protector de su dinero.

Ante esta coyuntura, el Banco de España ha elaborado el informe «La efectividad de los distintos tipos de activos como cobertura frente a la inflación», en el que analiza cuáles son los activos que ha experimentado un mejor comportamiento en periodos inflacionarios, tanto históricamente, para lo que se retrotrae a la crisis del petróleo, como en el contexto actual. En este sentido, el Banco de España destaca que los bonos indiciados a la inflación y las materias primas son los activos cuyas rentabilidades mejor se comportaron durante los periodos de subida continuada de precios en términos históricos.

En el caso de los bonos indiciados a la inflación, los resultados muestran que estos activos pueden ser útiles como cobertura frente al incremento del IPC, ya que presentan rentabilidades reales positivas durante los periodos de subida de precios, con una tasa de éxito del 60%». Con respecto a las materias primas, el análisis considera que, al tener una relación directa con la inflación (en la mayor parte de los casos, son los responsable principales del aumento de los precios), «podrían ser un activo útil para cubrirse frente a la misma».

Por el contrario, la institución que preside Pablo Hernández de Cos indica que los activos financieros convencionales, como la deuda soberana y las acciones, han generado rentabilidades negativas en periodos semejantes. «En el caso de los bonos especializados en invertir en bonos convencionales, se observan flujos de salida desde principios de 2022, lo que sería coherente con las expectativas de una retirada más rápida de los estímulos monetarios de los bancos centrales y con los riesgos inflacionarios que reducen la actividad de estos activos. Los fondos que invierten en valores de renta variable también presentan flujos negativos durante los últimos meses, aunque por un importe mucho más moderado», destaca. No obstante, en el caso concreto de las acciones hace una matización, ya que destaca el mejor comportamiento de los sectores relacionados con la energía y la salud en estos contexto, llegando el primero de ellos a tener rentabilidades reales positivas. «Tanto las materias primas energéticas como las cotizaciones bursátiles del sector de la energía han generado unas rentabilidades muy elevadas, algo esperado, ya que el presente periodo inflacionario está caracterizado por una fuerte subida de los precios energéticos», señala.

Vivienda

Una de las formas más habituales de inversión para los españoles es probablemente la inversión en bienes raíces, siendo la vivienda el activo estrella. Sin embargo, no siempre es un garantía frente a la pérdidas de valor y de poder adquisitivo que entraña la inflación. En este sentido, el informe del Banco de España advierte de que la vivienda residencial ha presentado rentabilidades negativas en torno al 2% durante los periodos inflacionarios. «No parece que los estos activos puedan servir como cobertura frente a la inflación en comparación con las materias primas o los bonos indiciados, aunque históricamente su rentabilidad real ha tenido una evolución menos desfavorable que la de los bonos convencionales o los activos de renta variable», señala.

En cuanto al oro, hace referencia a los análisis que apuntan a que este metal no resulta útil como cobertura frente a la inflación. «El oro podría ser útil como cobertura frente a la inflación a muy largo plazo, pero no para horizontes de inversión habituales», concluye.