Empresas
La actividad industrial de la eurozona se hunde a mínimos de 37 meses y anuncia el parón
S&P alerta del "exceso de capacidad" dentro del sector manufacturero español ante un mercado en contracción
Ya no hay duda, la industria europea da muestras de un evidente deterioro y atisba un parón en la actividad en el segundo semestre del año. El retroceso de la actividad manufacturera de la zona euro acelera a marcha forzadas, y en junio el índice PMI -que mide la pujanza de la actividad manufacturera- bajó hasta los 43,4 puntos desde los 44,8 del mes anterior, lo que implica la peor lectura del dato en 37 meses. Así lo determina el último informe de S&P Global, que advierte de que cada vez "hay más evidencias de que el sector industrial, que requiere una gran inversión, está reaccionando negativamente a las subidas de tipos de interés del BCE".
En el caso de España, la situación es análoga, tras sumar su tercera contracción consecutiva en junio, de los 48,4 puntos registrados en mayo a 48 en junio, el deterioro más pronunciado en lo que va del año, aunque por encima de la media continental. Las causas que apunta el informe de este retroceso las centra en la "menor carga de trabajo", que ha provocado un "reajuste de las plantillas" y la "primera caída" de los niveles de empleo desde noviembre del año pasado. Según apunta, en España "hay signos de una leve recesión en el sector manufacturero, o tal vez solo de estancamiento" y avisa de que "posiblemente" la debilidad en el sector manufacturero "continúe durante algunos meses más".
La encuesta de junio revela con claridad que la desaceleración del sector manufacturero en la zona euro se ha extendido por todas las áreas geográficas "sin distinción", y sobre todo se ha notado en las cuatro principales economías de la eurozona: Alemania, Francia, Italia y España, que permanecieron en contracción en junio. El caso de Alemania ha sido especialmente duro, ya que la demanda de productos de la zona euro cayó considerablemente al final del segundo trimestre, con una "fuerte debilidad" de las ventas en los mercados alemán e italiano, aunque también en otros como el austriaco.
En cuanto al empleo manufacturero, se empieza a notar una marcha atrás en los niveles de contratación, tras el salto dado con el fin de la pandemia, y disminuyó por primera vez en junio desde enero de 2021, con la confianza empresarial en mínimo de los últimos siete meses. Tampoco ha ayudado a la situación la "caída de la demanda de insumos y las mejores condiciones de suministro", que contribuyeron a una fuerte disminución de los precios medios pagados, mientras que los precios cobrados volvieron a bajar y lo hicieron al ritmo más rápido en tres años.
Para España, S&P no ve una situación grave a corto plazo, tras subrayar las "escasas probabilidades de que la desaceleración de la actividad manufacturera en sea particularmente profunda", ya que las empresas encuestadas sólo se plantean recortar personal y la cartera de pedidos si la situación empeorara, por lo que su situación "de momento" es estable. Sin embargo,, advierte de que la encuesta de junio apunta que, "pese a ser leve", las fábricas españolas acometieron el primer recorte de plantilla desde noviembre del año pasado. También quisieron poner la alerta sobre que el "exceso de capacidad" dentro del sector manufacturero español, ya que los pedidos pendientes se redujeron por decimotercer mes consecutivo y bajaron al ritmo más fuerte en lo que va de año.
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